Cada dos semanas

Más que una historia de amor es una historia de amistad; una amistad muy profunda que poco a poco va transformándose en amor, aunque hay que esperar un poco, cuando la novela está bastante avanzada. Pero no se habla solo de eso, también se afrontan otros temas muy profundos como, los problemas de los hijos de padres separados, la pérdida de un familiar querido y los abusos sexuales, entre otros. Temas que resultan muy interesantes, pero por otro lado se me ha hecho una novela un poco larga, demasiados detalles para una historia que podría haberse resuelto mucho antes, sin embargo, me ha parecido muy bonita la forma en la que se va fraguando la historia de amor entre los protagonistas.

Adam y Jolene son dos adolescentes que están pasando por un mal momento. Los padres de ambos se han separado, cada uno por motivos distintos. Los de Jolene, porque su padre prefiere a una chica más joven que su mujer, y los de Adam porque la madre de este no puede soportar la muerte de su hijo mayor, cosa que afecta a su matrimonio, y que termina en ruptura. Por lo tanto, Adam y su otro hermano, Jeremy, deberán pasar un fin de semana cada quince días en el apartamento donde se ha mudado su padre. Allí es donde conocerá a Jolene, que está en una situación similar, pues vive en el apartamento de al lado, al que acude también un fin de semana de cada dos. Se supone que debería pasar esos días con su padre, sin embargo, con quien realmente está es con la novia de aquel, ya que ni siquiera aparece por allí, sin preocuparse nada por su hija.

La verdad es que sorprende un poco el carácter de Jolene, una adolescente a punto de cumplir dieciséis años, con un pensamiento tan maduro y una forma de ver el mundo tan sarcástica. Ella no cree en el amor, nunca se ha sentido querida, para sus padres solamente ha sido un objeto al que cada uno manejaba para obtener su beneficio y hacerse daño el uno al otro. Jolene es una gran aficionada al cine, sueña con dirigir sus propias películas. Esa gran afición por el séptimo arte es una forma de escapar de esa realidad que le ha tocado vivir, una realidad que ella quiere cambiar y que no le gustaría más que transcurriese como en las películas que tanto le gustan. Bajo esa capa fría y esa ironía que muestra hacia el mundo, se encuentra una persona que desea ser querida.

En cuanto a Adam, se puede ver una gran evolución de su personaje a lo largo de la novela. al principio vemos lo mal que lo está pasando por la separación de sus padres, la mala relación que tiene con su hermano Jeremy, lo poco que le gusta ir al apartamento donde se ha mudado su padre, al que culpa de la separación y le acusa de cobarde por haber actuado de esa forma. Es una actitud un poco inmadura la de Adam, pero hay que tener en cuenta que es un chico de quince años al que la vida se le ha puesto patas arriba y no sabe cómo asimilarlo. La única persona que le importa es su madre, y no puede soportar verla llorar por la muerte de su hermano mayor. Hasta que conoce a Jolene, en ella encuentra a alguien con quien poder hablar y contarle todos sus problemas, y poco a poco empezará a comprender muchas cosas y a acercarse más y más a su familia. Por su parte, Jolene también experimenta una cambio, ya que aprende a confiar más en las personas y empieza a creer que el amor existe.

Y así, de esos encuentros que tienen lugar cada dos semanas, se van dando cuenta de que se encuentran en una situación difícil y se empiezan a apoyar el uno en el otro. de ahí surge una sincera y profunda amistad entre los dos que, a medida que transcurre la novela, se va transformando en amor. Es bonito ver cómo poco a poco nace el amor entre ellos: la primera caricia, el primer beso, pero sin llegar mucho más lejos, ya que esto sucede bien avanzada la historia, casi llegando al final. Se podría decir que su historia de amor continuaría una vez terminado el libro.

La novela está estructurada en partes que vienen a ser los fines de semana en los que se encuentran los protagonistas. La historia está narrada desde el punto de vista de cada uno; un capítulo está contado por Adam y el siguiente por Jolene, en primera persona, por lo que se pueden apreciar mejor los sentimientos de ambos.

No es el tipo de novela que suelo leer habitualmente, el género juvenil no es uno de los que más me atraen, pero en este caso me interesó mucho el argumento, lo que me llevó a leerla. No solo vamos a encontrar la típica historia en la que dos adolescentes se conocen y se enamoran por primera vez, aquí se tratan además temas muy profundos y complejos como pueden ser la separación de los padres y la forma en la que afecta a los hijos, la muerte de un ser querido, los abusos sexuales y la violencia de género, dándole todos ellos una mayor intensidad a la historia. En su contra, tengo que decir que se me hizo algo larga, se dan demasiados detalles para algo que se podría resolver en mucho menos tiempo.

Aún con todo, resulta una historia interesante. Una historia dura, en el fondo, aunque en ocasiones se intente dar un toque de humor para suavizar la situación, y a la vez una historia de esperanza que nos viene a decir que la amistad y el amor, suponen una tabla de salvación para aquellos que la necesitan.
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