Cómic palomitero, sin muchas más pretensiones. La historia empieza curiosa pero está cogida con calzador y da más la sensación de querer encajar en más en película que en novela gráfica. Es innegable que Joe Hill tiene ya muchas tablas y mucha herencia adquiridas, y sabe tratar no solo a los protagonistas sino también a los secundarios, pero insisto en que, esta historia, poco poso más deja aparte del mero entretenimiento, algo en lo que no falla a lo largo de sus casi 200 páginas. La premisa es curiosa: un hacha vikinga del siglo VIII que hace que cualquier cabeza cortada por su hoja siga animada y viva como si nunca se hubiera separado de su cuerpo. Mucho humor negro, algún que otro homenaje gráfico a clásicos como la Matanza de Texas y poco más. |