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Qué pasaría si viviéramos en un mundo perfectamente feliz. Bueno, lo que pasaría es que estaríamos en Sweet City la ciudad protagonista de nuestro libro. Es una ciudad creada a base de dulces, tan es así que hasta el aire y el agua son dulces también (los diabéticos no se pueden ni acercar) y en la que habitan un montón de razas diferentes (elfos, enanos...). Eso sí, en ella todas las personas son felices, siempre. Para demostrarlo el autor comienza la narración con la llegada de los alcaldes de otras ciudades para la reunión anual de alcaldes del continente de Celoteneo. Así, Po, el alcalde de Sweet City hace un tour por su ciudad y nos explica que son felices porque el ministerio de educación y de medios de masas los educa así desde que son pequeños. Todo ha de hacerse con una sonrisa y tiene que verse siempre la parte positiva de las cosas. En Sweet City no es está triste, se está poco alegre. Como vemos la ambientación ya solamente a nivel visual es muy potente. Imaginaros un país rosa chicle, todo de goma y azúcar, y chocolate de todo tipo. ¿Quién no puede ser feliz así? Pero ya no es eso, la ambientación física, que nos hace estupendamente Carlos Jiménez, viene acompañada de una ambientación sociopolítica magnífica. Lo primero que se plantean estos alcaldes, mejor lo segundo, ya que lo primero es la fisiología de la ciudad, es cómo se consigue llegar a eso. Como hemos dicho ya, a través del ministerio de educación y de medios de masa, pero hay alguna cosilla más, como la tarta de los niños y algo que se llama las Batallas Rosas. No sé si contaros qué son o por qué suceden, pero baste decir que el libro se desarrolla en una de estas batallas y que nuestra protagonista, Rosa, se ve en medio de ella de una manera un poco accidental. Esto no es un castillo pero aquí vive una princesa Después del Epílogo y de sumergirnos un poco en los entresijos de Sweet City nos metemos ya de lleno en la historia con nuestra protagonista. Como hemos dicho su nombre es Rosa y tiene una muy mejor amiga: Celeste. Su vida es de lo más común en la ciudad del azúcar. Ambas van al instituto, tienen catorce años y hacen lo que las niñas de esa edad: hablan de sus amoríos, van a tomar batidos, ven canales de Guau (incluso Rosa ha llegado a ser una guauer). Como vemos todo normal y súper feliz. La relación entre ambas amigas es idílica, se cuentan todo, incluso adivinan lo que piensa la una y la otra, y lo más importante, va a durar para siempre, porque en esta ciudad las amistades, los matrimonios y los buenos tratos se mantienen para siempre…, como son felices. Sin embargo, y aquí empezaré a detenerme, la noche de nuestra narración, sucederá algo que hará que Celeste se aleje de Rosa y que provocará que está decida involucrarse en las Batallas Rosas A partir de aquí la narración adquiere un ritmo muy ágil y rápido, que reflejará el caos y la confusión de esta celebración de Sweet City. Hoy vengo cargado de ideas y sé cómo usarlas Sé que el planteamiento de esta reseña es, quizá, algo atípico, pero viene dado por lo singular de esta novela. Cuando me llegó a casa y vi la portada me inspiró mucha curiosidad y durante el tiempo que ha estado en mi mesilla no he parado de pensar en sacar tiempo para él. Una vez que lo he conseguido no puedo deciros sino que me ha encantado. En este caso no tendremos una novela al uso. No es una novela que nos vaya a dejar con un buen sabor de boca cuando la terminemos, eso es así. No obstante, lo que sí conseguiremos con la novela es no es estudiar la superficialidad de nuestro mundo (eso, quien más quien menos, lo tiene claro) sino llegar a las consecuencias más profundas de lo que significa un sentimiento, sea positivo o negativo. Para poder hacer esta comparativa y que nosotros seamos capaces de comprender las grandísimas contradicciones de la utopía de Sweet City (casi recordando al título Sin City, casi siendo una novela de ciencia ficción más que de fantasía), encontramos al final de cada capítulo una dosis de realidad en forma de testimonio grabado. Digo una dosis de realidad porque a lo largo de la narración debemos ser conscientes del juego que ha empleado el autor, todos los recuerdos que tienen las personas de esta ciudad son felices porque la propia ciudad exige que han de ser felices. Ahora bien, ante la muestra no narrada, es lo que se nos da con el añadido a cada capítulo, somos nosotros los que juzgamos y pronto nos damos cuenta de la realidad. La eliminación de sentimientos negativos lleva a un propio conflicto con nosotros mismos. ¿Cómo resolverá Rosa esta contradicción, que algo triste nos haga felices? Y no solo será esta cuestión la que encontraremos planteadas, muchos de los personajes que actuarán en la novela, como Quelícero u Ourón, serán la voz de los gritos de las personas que día a día vemos intentando conjugar la acción con la moral, lo que queremos ser, con lo que nos dicen que somos. Bueno, y por supuesto tendremos al héroe, Veter… Es un personaje que me ha caído regular así que lo dejo aquí. Hoy va a ser la caña Así que Batallas rosas nos ofrece una narración fluida, bien descrita, donde los sentimientos y el pasado de los personajes van a ser elementos cruciales para la trama. Para ambos casos, tendremos que asumir la idiosincrasia de Sweet City, un lugar azucarado donde todo el mundo es feliz porque ha sido educado para ello. Además, encontraremos unos personajes especiales, que nos ayudarán a entender nuestros problemas, no minimizándolos sino tratándolos como lo que son, cosas que no deben ser calladas y que se tienen que resolver. Una vez terminada la lectura, la novela nos invitará a replantearnos esta idea del «siempre feliz, siempre positivo», y nos daremos cuenta de que, además de esta cuestión, se plantean otras problemáticas importantes como son la capacidad de decidir por nosotros mismos, la capacidad de arrepentirse o la necesidad de afirmar lo que somos y lo que no somos. ¿Lo recomiendo? Pues muchísimo, porque al final es una historia de dos amigas que se quieren mucho y que lo dan todo la una por la otra en medio de un montón de sangre… Uy, ¿he dicho sangre? Enlace: http://ellibroenelbolsillo.b.. |
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