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Hola familia hoy vengo hablaros del último libro de un joven escritor andaluz llamado Carlos Jiménez cuesta y conocido en redes como @kralicus autor de la saga del “tecnocirculo” de la cual hoy analizaremos el tercero, “Batallas rosas” Los dos libros anteriores: “Puño educativo” y “Hueso de goma” están ambientados en el mismo universo que este en concreto pero os debo confesar que yo no lo he leído los dos anteriores y he podido disfrutar de esta entrega de forma completa y sin tener en ningún momento la ocasión de estar perdiéndome ningún detalle aunque sí ha conseguido que crezca mi interés por seguir conociendo más sobre este universo del Tecnocirculo. Batallas rosas sucede un Sweet City, una ciudad cuyos habitantes están modificados físicamente para poder tolerar el alto nivel de azúcar que se respira en el aire, que ingieren con cualquier alimento o que incluso engullen al beber agua. En sweet city no solo todo es dulce si no que todo es perfecto, perfecto y feliz. En esta ciudad no hay sitio para la tristeza, palabra que casi ni conocen sus habitantes, no hay sitio para los sentimientos negativos por lo que que han desarrollado un sistema para que las personas, los vecinos de la ciudad que no sientan esta felicidad tan plena una vez al año puedan acabar con sus poco feliz vida en algo conocido como las batallas rosas. En un libro con una portada tan idílica que se desarrolla en una ciudad tan maravillosa que lector, a priori, podría imaginar una historia lo más parecida a “la purga” futurista más salvaje que uno fuese capaz de imaginar. Todo esto unido a una protagonista, Rosa, como no podía ser de otra manera, cuya personalidad nos dejará hipnotizados y nos hará que, porqué no decirlo, por su culpa estemos pasando página tras página sin apenas darnos cuenta de la hora y sobre todo de que mañana hay que madrugar. Todos sabemos que es imposible no tener sentimientos negativos y vivir eternamente felices, está dentro de la naturaleza de los seres humanos tener sentimientos como el rechazo, el odio, la envidia o simplemente la tristeza, aunque seamos conscientes de que estos sentimientos no son positivos y deben de ser transitorios y esto es un sentimiento al que el lector se enfrenta continuamente leyendo batallas rosas y al que quizás debieran enfrentarse los habitantes de Sweet City para tener una verdadera vida feliz. Un libro muy interesante por varios factores, el mundo donde se desarrolla con el que podemos deleitarnos imaginando cada edificio y sintiendo el suave sabor de un bocado de nata dejándonos llevar por las palabras del autor, la potencia de los personajes y su desarrollo que dejarán atónitos a todo aquel que se atreva a conocer el “Tecnocirculo”, el mensaje que transmite y sobretodo y como novela de ficción que es y del cual no podia prescindir, un final apoteósico que te dejara literalmente mudo. No dejéis de leer a este joven andaluz y de seguirle en sus redes sociales, twitter, youtube y en instragram @kralicus. |
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