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La historia, pese a que es muy simple en cuanto a trama, es preciosa y ya desde el capítulo uno te vas a sentir como si fueras otro hani más, como si Padme fuera ya una vieja amiga a la que conoces de toda tu vida o como si fuera una hermana. Este libro es también casi como un estudio antropológico de este grupo étnico. Jiménez Branera ha hecho un excelente y profundo estudio de los hani, su cultura, sus creencias, su forma de vivir, y esa documentación y estudio se nota a la perfección en su relato. Además la portada tiene una fotografía de las terrazas de una plantaciones de arroz que deslumbra belleza. Los personajes son super reales, parece que existen en nuestro mundo y son de verdad nuestros vecinos. La protagonista es Padme, quien cuenta la historia en primera persona y en presente. Esta tiene una amiga, la única y casi como su hermana, que es Akame, incluso viven cerca. Padme es una chica super adorable, trabajadora, algo tímida y con la que vas a empatizar muchísimo porque es realmente difícil no cogerle cariño. Padme está enamorada de Shun, el chico guapo de la aldea, pero que está casado con Mei. Shun es un chico muy tierno, atento y trabajador. Mei es un persona muy compleja y que me ha transmitido una serie de sentimientos totalmente contradictorios a lo largo de la narración. En primer lugar me caía mal, luego le llegué a compadecer bastante, pero finalmente he acabado odiándole. La trama del libro está lleno de dramas y de amor. A mí me partió el corazón con la muerte de uno de los personajes secundarios, pero fundamental para la vida de Padme. Me dolió muchísimo. El amor que se refleja en la historia es un amor sin pasión, ni sentimientos, ni romanticismo, y es que hay que entender la mentalidad y sociedad de este grupo. Todo esto lo iréis comprendiendo a lo largo de la narración, que engancha bastante. Los hani tienen un concepto del amor totalmente distinto al nuestro. Lo mismo ocurre con la concepción de familia. Toda la aldea actúa como una gran familia, comparten sus posesiones y comida y se ayudan mutuamente. Esto me ha sorprendido mucho. Pero, quizás, lo que más me ha llamado la atención es su vertiente antropológica. Jiménez Branera te va a dar con todo lujo de detalles una completa descripción del día a día de los hani, desde que sale el sol hasta que se va. Además vas a conocer las festividades, sus significados y sus orígenes, y sus creencias más profundas. A mí me llamó mucho la atención cómo festejan el día de los muertos o cuando nace un bebé, al que ofrecen un huevo rojo. Esto también es muy filosófico, como muchas partes de la historia, el rojo simboliza la naturaleza cambiante de la vida y la forma redonda del huevo simboliza la armonía y la felicidad. También hay cosas que no me han gustado del todo del libro. Por ejemplo hay muy pocas descripciones físicas de los personajes, super pocas. Además hay algunos errores ortográficos, como por ejemplo "expirar" en lugar de "espirar". Pero esto tampoco entorpece en absoluto la belleza del libro. El capítulo final es super impactante, asfixiante y claustrofóbico. Es un relato que te deja con ganas de leer el segundo libro (Padme) por como termina. Realmente alucinante. Para concluir, es un libro precioso que te va a llevar hasta el corazón de Yunnan como si fueras otro hani. Padme tiene una fuerza de voluntad extraordinaria a la que vas a amar. Es además un relato antropológico exquisito por la tremenda labor documental de la autora y el final es alucinante y realmente impactante. Super recomendable. Más en mi blog La Gran biblioteca de David (https://lagranbibliotecadedavid.blogspot.com/2018/09/resena-de-flor-de-loto-de-monica.html) Enlace: https://lagranbibliotecadeda.. |
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