Imagina que la muerte azota a tu familia y quedas anclado en el pasado, pensando qué sería de vuestra vida si ese alguien no hubiera fallecido. ¿Qué harías si supieras que hay un barrio residencial donde podrías invocar a ese familiar y que se quedara para siempre en casa? ¿A qué precio harías lo que fuera por pertenecer a ese lugar? Ese lugar es Hogar, a donde llega nuestra protagonista con sus padres, que no superan la muerte de su hijo mayor. Narrado a tres voces, iremos viendo las luces y sombras de vivir en un sitio así. La autora hace una potente crítica al dolor del duelo y en parte tambien al capitalismo, ya que solo unos pocos privilegiados pueden tener ese contacto paranormal. Constantemente me vi haciéndome cuestiones respecto a las decisiones que van tomando los personajes y a sus métodos. Con la voz que más conecté fue con Wenqi, la protagonista, que tiene frases y pensamientos súper acordes a mi manera de ver las cosas, aunque reconozco que muchas veces me dio pena que su madre se consumiera aferrada a ese deseo irrefrenable de no dar por perdido a su hijo. Sinceramente, hubo momentos que más que terror el libro me dio una profunda tristeza. Ai Jiang ha encontrado su propia voz dentro del género y aunque muchos saben que no termino de conectar con la literatura asiática, con este libro sí que me he sacado esa espinita. Seguramente es porque el tema de la muerte y la perdida de un ser querido siempre me toca la fibra sensible. Debo nombrar también, maravilloso posfacio del compi Antonio José @pesadillas_recurrentes y agradecer una vez más a la editorial @dilatandomentes que hayan vuelto a confiar en mí para traerles esta opinión. Si quieres leer historias diferentes y de calidad, hechas con el mayor mimo posible, ya estás tardando en hacerte con un ejemplar. |