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Este es último libro de Taylor Jenkins Reid, con quien hasta ahora he tenido experiencias mixtas de lectura y estaba un poco asustada de que el libro no me fuera a gustar porque vi bastantes reseñas que no lo calificaron tan bien. Sin embargo, gracias a las bajas espectavias en realidad fue un libro que disfruté bastante. La historia es todo lo que suelen ser los libros de la autora, reflexiones sobre el matrimonio, el amor, la vida, historias familiares y cómo cada persona puede interpretar una misma situación de distintas formas. El libro se divide en dos formatos, el presente que transcurre en un lapso de veinticuatro horas y el pasado que nos cuenta los orígenes de los hermanos Riva. Este formato a mi me pareció muy cómodo, porque nos cuenta todo lo que necesitamos saber sobre estos chicos, al mismo tiempo que mantiene la espectativa de la fiesta y de lo que ya sabemos que sucederá, el incendio. Además, la narrativa te mete de lleno en estas imágenes de playa y mar que ambientan la historia de manera magnífica. Algo que me gustó es que aunque es un libro dramático, es bastante adictivo, no se hace pesado y tiene muchas partes en las que te hace reir, por lo que mantiene un buen equilibrio y logra despertar varios sentimientos en el lector, creo que TJR es muy buena en eso, le gustan las historias conmovedoras y sabe escribirlas, aunque de vez en cuando sea bastante cursi. Lo único que a mi parecer entorpeció la lectura fue durante la segunda mitad, cuando comenzó a incluir los puntos de vista de los asistentes , pues había varios que no eran tan interesantes de seguir, aunque en la parte final eso ayuda a dar el sentimiento de caos y a que el lector se de cuenta de cómo la reunión comienza a salirse de las manos poco a poco. En general es una historia muy bien escrita, bien estructurada, pero no es un libro perfecto, aún así es una lectura que disfruté bastante de leer. Yo le doy un 4 de 5. |
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