El benefactor

El benefactor es la última de las novelas de Escuela de señoritas y me ha encantado el modo en que Sabrina Jeffries nos relata la historia de su directora, la señora Harris.
Charlotte, a pesar de haber aparecido -en mayor o menor medida- en todos los libros de la serie, es un personaje del que los lectores no conocemos muchos detalles, salvo que es viuda, que se preocupa muchísimo por todas sus alumnas y que mantiene una larga relación epistolar, de amistad y consejo, con un enigmático pariente de su difunto esposo, el primo Michael.
Ni que decir tiene que tanto Charlotte Harris como ese primo suyo despertaron mi curiosidad a medida que leía las novelas que conforman la serie y El benefactor no me ha defraudado; al contrario, me ha gustado mucho porque no solo se ha descubierto quién es Michael en realidad, sino que he agradecido que parte del libro se desarrolle durante la juventud de Charlotte porque eso me ha permitido apreciar los matices de su personalidad y resolver más de un misterio sobre la directora de la escuela.
Había tomado cariño a Charlotte y verla de protagonista en una historia así, poniendo además el colofón final a la serie, ha valido la pena. Debo reconocer que no me esperaba que Michael fuera este hombre y me ha sorprendido. Sin embargo, la autora plasma también su punto de vista, de forma que descubrimos el porqué decide ocultar su identidad en un principio y no desvelar el secreto más tarde.
Sin hacer spoilers, puedo deciros además que en las páginas de El benefactor no solo el misterio gira en torno al primo Michael y al pasado de la señora Harris, aunque… para descubrir a qué me refiero tendréis que leer la novela, ja, ja.
Me gusta la forma de escribir de Sabrina Jeffries porque sus trabajos son muy entretenidos y entremezcla la romántica histórica con algo de intriga en sus tramas. de sus libros publicados en castellano, me resta solo por leer la serie de la Real Hermandad de los Bastardos y no tardaré en hacerme con ella, así que más pronto que tarde os comentaré mis impresiones. Hasta entonces.