El planteamiento es muy atractivo: Tras un misterioso cataclismo, Gran Bretaña queda muy despoblada y se restituye un estilo de vida preindustrial, más bien medieval, donde Londres se ha convertido en una ciénaga tóxica. Escrito en 1885 y siendo una ficción apocalíptica, para mi gusto resulta un texto un tanto simple y bucólico para el partido que se le podría haber sacado al argumento. No obstante, es un libro curioso |