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Tercer libro que dedica el científico y divulgador de la conquista de los polos Javier Cacho, en este caso al noruego Nansen, el considerado maestro de la exploración polar. En este caso, a diferencia de los dos libros anteriores, las páginas dedicadas a la actividad de exploración son muchas menos, puesto que Nansen, además de su faceta de explorador, fue un incansable trabajador en favor de los más desfavorecidos. Participó en las negociaciones para la independencia de Noruega y al acabar la primera guerra mundial, y de la mano de la sociedad de naciones, fue alto comisionado para los prisioneros de guerra, para la hambruna rusa, para los expatriados rusos y, posteriormente se ocupó de los desplazados griegos y turcos en el conflicto que envolvió a ambos paises y se ocupó también de los refugiados armenios. Millones de personas salvaron la vida, pudieron atravesar fronteras para establecerse en otro país o pudieron regresar al suyo gracias al trabajo de Nansen, lo que le valió ser declarado benefactor de la humanidad y el premio nobel de la Paz. El resumen es que era un hombre bueno, al acabar no puedes evitar que se te ponga un nudo en la garganta. Un muy buen libro, que gracias al peculiar estilo del autor se lee como una novela, con la peculiaridad de que todo lo que escribe es cierto dada la profunda documentación que lo respalda. |
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