Los últimos

En cuanto leí la sinopsis de este libro, literalmente se me salieron los dientes, quería leerlo y no me lo pensé ni un minuto… ¡vaya decepción!

No se si ha sido porque esperaba otra cosa, pero ya a la mitad del libro realmente quería abandonarlo, pero bueno, una siempre tiene la esperanza de que las cosas mejoren.

Lo primero que voy a decir es que el argumento es realmente bueno, a ver, época actual, se viene la guerra nuclear mundial gracias a las bravuconadas del que es el presidente de Estados Unidos, al final, le tocó las narices a alguien que termina enviando una bomba nuclear a Washington y al final todos los países que tienen sus bombitas, las lanzan, lo que queda es la la total desolación y casi la total eliminación del mundo tal como lo conocemos, así pues, estan estas personas alojadas en un hotel en los alpes suizos, alejados de todo y de todos cuando todo esto sucede, viene la noticia, el caos y luego a organizarse y luego la supervivencia.

Como pueden ver el argumento es realmente una pasada, pues bueno, que pena que la autora no haya podido llevar a buen puerto todo esto.

La narración es en primera persona, de este catedrático de historia que decide llevar un tipo diario a modo de dejar un legado para la posteridad del “día después”, pero este hombre resulta en alguien tan anodino y aburrido que nos hace la lectura igual de anodina e igual de aburrida.

Por otro lado la autora ha querido meter un poco de suspense con la investigación del asesinato de una niña, pero, ha resultado tal despropósito, porque supongo que ha querido plasmar que no toda la humanidad e injusticia ha terminado con la casi extinción de la raza humana, pero la cosa es que ha salido en algo que no tenía ninguna razón de ser, a ver, quedan poco más de 20 personas en el hotel, están tratando de sobrevivir al apocalipsis nuclear, no hay luz, no hay teléfono, por supuesto no hay internet, casi no tienen comida y se encuentran en medio de un bosque ¿Que importa en ese escenario quien carajos mató a alguien? no ha sonado congruente ni me ha gustado la manera de manejar el tema por parte de la escritora.

Los personajes, más allá del protagonista, son tan difusos, tal vez porque los hemos conocido a través de los ojos de Jon Keller, pero lo cierto es que no son reales, imposible sentirlos, son tan difusos que no pude sentir empatía por ninguno a pesar de lo que todos estaban pasando.

La cosa es que bueno, seguí y seguí leyendo para toparme con un final de libro tan ridículo, tan sin sentido, es que ha resultado en algo tan pobre, tan fuera de cualquier cosa que hubiera podido imaginarme, sin contar que la cosa termina así, solo así, sin nada con una nota de que nuestro protagonista no ha terminado sus notas porque se está tratando un dolor de muelas (es literal).

Siento mucho si les echo a perder el libro al contarles esto pero lo cierto es que es lo menos importante del libro, el final es, bueno, no hay final, no es abierto, pero no hay final.
Personalmente yo no recomendaría este libro, pero ya saben, que en gustos no hay reglas, así que si les llama la atención, adelante.