Leer las historias de un Tronar de Tambores es fácil. Y es fácil gracias a John Ford. Porque las historias que hay escritas en sus páginas han sido llevadas a la pantalla por ese monstruo del cine americano. Porque leerlas es ver a la caballería, es ver a Nathan Britles, es ver a los soldados de azul montados en sus caballos perfilándose en el horizonte. El género del western es quizás uno de los menos leídos y más vistos. Muy recomendable. |