Lindsarazbesha

Un mundo convulso
La isla El ala del dragón ha mantenido la paz durante muchos años, entre otras cosas, gracias a la defensa de Birdmalen contra las fuerzas del mal. Sin embargo, esta tranquilidad parece que no se va a mantener mucho tiempo, por ello Kromns, un joven muchacho, decide emprender su camino como guerrero para poder ayudar a todos sus seres queridos.
No obstante, nuestra obra de fantasía comienza en un tiempo anterior, cuando Robert Boss tuvo que defender estas tierras por primera vez junto a los hombres pájaro. de esta manera, en un in media res con un flashback posterior, nos introducimos en la descripción de un mundo con seres fantásticos, con magia y con un conflicto patente entre el bien y el mal.
Este conflicto será el punto central de nuestra historia, en la que acompañaremos a Kromns tanto en la lucha contra ese mal, como en su aprendizaje como guerrero. Para ello, se formará, creará vínculos con diferentes seres de las distintas razas del mundo y viajará a los lugares clave de las tierras de Lindsarazbesha. Una auténtica aventura que invita al lector a conocer más tanto del mundo, como del conflicto que se cierne sobre esas tierras.
Lo difícil de lo sencillo
Para poder embarcarnos en esta historia, el autor ha utilizado una estructura y estilo sencillos en el que los personajes conocen un sitio, se enfrentan a un peligro, este les hace crecer, se forman y comienza el ciclo de nuevo. Es verdad que en este sentido, esas reiteraciones y repeticiones en las escenas pueden parecernos demasiado simplonas, pero, bajo mi punto de vista, ayudan a seguir la historia. Además, focaliza mucho el público al que se destina la obra, que es más bien juvenil.
No obstante, sí que es verdad que a nivel de estilo estos rasgos ya me han costado un poco más. Las reiteraciones en la explicación o la sobreexposición tanto en la descripción, como en los diálogos dan la sensación de que la obra está poco cohesionada, la unidad no termina de mantenerse. En principio, podríamos pensar que es así porque el foco narrativo es Kromns, un adolescente, pero a medida que avanzamos vemos que el tono se mantiene, aunque se cambie de perspectiva.
Imaginación colorista
De todos modos, a pesar de esto, es verdad que me parece una novela donde se ha formado un mundo muy imaginativo y, curiosamente, lleno de color. Las descripciones nos sitúan en lugares más bien selváticos, cosa novedosa para mí en la fantasía, con acciones que no solo son batallas en campo abierto.
Además, por otro lado, los personajes son muy interesantes, porque, aunque a nivel de elocución parezcan sencillos, evolucionan poco a poco en la trama y podemos ver cómo los sucesos les afectan. En este sentido, es cierto que me dan mucha curiosidad las siguientes entregas del mundo, porque creo que tiene que ser muy curioso conocer a nuevas razas y personajes.
Sí, pero mejor.
Es decir, nos encontramos ante una obra interesante por el potencial que podemos ver en ella. En su primera entrega es cierto que tiene algunos puntos que no terminan de convencerme, como por ejemplo esa repetición constante en el estilo o la abundancia de erratas en la edición (aunque esto, según he podido conocer es responsabilidad de la editorial). Sin embargo, los personajes, la ambientación y el sistema del mundo son entretenidos e interesantes y creo que bien llevados pueden sumergirnos completamente en el mundo de Lindsarazbesha.
Os lo recomiendo si os gustan las aventuras llenas de magia, nuevas razas y la pelea del bien contra el mal, donde el bien va ganando pero nunca se sabe. Espero que os guste.

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