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Todo empieza en la era vikinga, con un joven luchando en el gran evento anual de su pueblo con la esperanza de ganar y, con ello, conquistar el corazón no solo del amor de su vida, sino también de su familia. En esta ocasión, pero, nos encontramos ante una novela un tanto peculiar pues enseguida esa conquista del amor prohibido acaba llevando a nuestros protagonistas por senderos rebosantes de magia y aventuras. Con brujas, hechizos fallidos y visitas de los dioses. ¡Y una gran y muy inesperada sorpresa! Estamos ante una novela breve, de ritmo frenético, dinámica y ágil pero que no por ello se salta detalles importantes para el correcto desarrollo de la trama. Con un lenguaje simple, haciendo uso de muchos diálogos que suman un plus extra al dinamismo del que os hablaba, con personajes muy variopintos y de lo más carismáticos y, ante todo, amenizado con un toque de humor ideal para su público potencial. Puedo afirmar sin miedo a equivocarme que es una historia que hubiera disfrutado muchísimo a mis doce años, en esa etapa inmediatamente posterior a los libros de Los cinco o Kika superbruja. Por su extensión, su temática y su lenguaje me parece la novela ideal para aquellos que quieran empezar a adentrarse en novelas de fantasía un punto más complejas que las infantiles. Y para los que ya llevamos años metidos en mundos fantásticos, este libro es el compañero ideal para pasar un buen rato, amenizar nuestra tarde de lectura y así permitirnos hacer una breve pausa y descansar de historias más densas. Además, si bien el final puede dar pie a una segunda parte, queda todo bastante cerrado. Con las incógnitas abiertas bien resueltas y todo bien atado. ¡Sin duda otro punto positivo a tener en cuenta! |
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