Después de ver la película en el cine tenía que leer el libro, y mis sensaciones son que es de ese tipo de novelas escritas para ser llevadas a la gran pantalla. Tiene el típico humor de comedias baratas que hasta ahora sólo imaginaba plausible en una película -que no digo que sea malo; de hecho, me hace reír bastante-. Aun así, no carece de trasfondo ético, lo que aporta cierto interés. El ritmo es vertiginoso -al compás del Tren Bala- por lo que se lee muy rápido. Es un libro entretenidísimo con el que vas a disfrutar seguro, aunque no sea el que más calidad literaria alberga.
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