 |
Tengo que reconocer que no sabía absolutamente nada de este libro cuando lo empecé (más allá de la película de Brad Pitt que no he visto), así que no puedo hablar de decepción porque no esperaba nada en concreto, pero sí pienso que no ha sido un libro para mí. No quiero decir que no os lo recomiendo en absoluto porque es un estilo muy particular y puede que con vosotros sí funcione. de hecho, he visto reseñas muy positivas de algunas personas. La sinopsis es sencilla (su desarrollo, ya no tanto): una serie de mercenarios con diferentes misiones coinciden en un tren y los objetivos de unos y otros, junto a la casualidad, acaban por cruzar sus caminos, obligándolos tanto a trabajar juntos, como a luchar entre ellos. La trama se desarrolla desde las distintas perspectivas de los protagonistas, lo cual permite al lector conocer a fondo a los personajes, sus objetivos y sus motivaciones. Sin embargo, en mi opinión, no está equilibrado. Hay personajes que tienen un gran peso y acaban quedándose en nada y otros, que no aparecen hasta el final del libro y se convierten en trascendentales. El otro elemento que me ha resultado confuso ha sido el enfoque. Hasta la mitad del libro parecía una comedia protagonizada por un dúo cómico (Limón y Mandarina) y el asesino con más mala suerte del mundo. El humor no es lo mío, pero es verdad que los diálogos son ingeniosos y acabé por cogerle el gusto. Pero justo entonces, el tono cambia y se convierte en un libro de acción más acorde a lo que podría esperar al principio. Sin embargo, de repente, llega la última parte y el autor nos lanza toda una disertación filosófica sobre si matar debería ser legal o no. Si sois asiduos de mi perfil, ya sabréis que yo disfruto mucho las reflexiones y los libros que abren debate. Mi última reseña, sobre «Confesiones», es un claro ejemplo. Pero en esta ocasión me ha parecido forzado y fuera de lugar. Me da pena porque realmente creo que tiene una buena premisa, elementos originales y personajes muy interesantes. |
>
