El bosque de los niños fantasma

El ahora y el ayer

Axel está encerrado. Lo único que conoce es la tortura de sus captores y el tiempo que lleva soportándola, tres años, de su hermana Danielle no tiene ni una noticia. Tatiana ha conseguido escapar de lo que llaman la Nave y Noah le acompaña, pero no puede quedarse así, tiene que ayudar a los demás. En la Ciudadela, nadie sale ni entra porque es donde más protegidos pueden estar todos sus habitantes. ¿De qué?, de los cuentos para dormir, que cuando se hace de noche puede que cobren vida.
Y sí, la sinopsis nos deja con los dientes largos, pero apenas nos da un atisbo de información y creo que esta vez es un logro. La novela se coordinará en dos historias, la de Axel que, torturado y sometido a tensión para explotar sus poderes, solo tendrá como objetivo sobrevivir para encontrar a Danielle, su hermana. Y, por otra parte, la de Tatiana, acompañada de Noah, ha conseguido escapar del lugar de tortura, su objetivo será salvar al resto de niños que están encerrados. A su vez, ambos caminos irán ramificándose, ampliando el elenco de personajes y de complicaciones en la trama, pero enriqueciendo completamente la lectura.
A través de ellos, conoceremos la idiosincrasia de la Ciudadela: algunos niños parecen tener poderes y por eso son encerrados y temidos, y acompañaremos a cada uno de ellos en su misión individual. En ellas, avanzaremos y sin querer contar mucho más para no estropearos ninguna sorpresa, veremos que todo lo raro de este mundo tiene que ver con algo que conocemos todos: los cuentos de hadas…
En este sentido, la novela es una pasada porque sin contarnos muchos y dejando las migas de pan justas hará una relectura de algunos personajes de fantasía que nos dejarán con el cuerpo un poquitín del revés. Maldito conejo blanco…

Un bosque y un castillo

Y, aunque la trama me ha encantado porque la autora hace unos giros y tergiversaciones in-cre-í-bles, lo que realmente os puedo destacar sin spoilers es la ambientación que también es una pasada.

El mundo al igual que la trama, se configura en dos escenarios básicos: el bosque y la Ciudadela. Lo más curioso de todo es que en esa idea de intercambio, encontraremos los parámetros de uno en el otro. En el bosque es donde se oculta la Nave, el lugar donde torturan y entrenan hasta el extremo a aquellos niños que han demostrado tener poderes, en el encontramos la tecnología más puntera y todo aquellos que podemos asociar a lo futurista. Gracias a esa extrañeza y ambientación, que casi nos acerca a la ciencia ficción el lector recibe esa extrañeza, el mundo natural es lo que debes tener porque alberga aquello que se escapa de nuestro entendimiento.

Por su parte, la Ciudadela permanece congelada en el tiempo. La ciudad que alberga a lo que queda de la humanidad después de las grandes guerras ha decidido permanecer en el tiempo. Castillos, coches de caballos, tabernas y espadas, la Ciudadela nos representa aquello que es más tradicional, que asumimos con lo normal.

Me ha parecido muy curiosa esta composición, ya que no dejaba de tener la sensación de incomodidad, de que nada esta en donde debía estar y que todo lo que parecía ordenado ocultaba algo.
Lo que la realidad esconde
Esta sensación también se puede trasladar a los personajes, ya que justo la idea de intercambio, tergiversación también llega a ellos. Sobre todos sospecharemos que ocultan una verdad que puede ser peligrosa o bien para ellos o bien para el mundo, ya que la primera incógnita es si tiene poderes o no. Sin embargo, este no saber, o saber que esconden algo, no impide que el lector se congracie con ellos, que lo recuerde.


De manera general, Isabel ha conseguido que todos los personajes tengan algo que enganche al lector: una forma de ser, alguna característica física… lo que sea que hace que se te quede en la memoria. Particularmente, esto me encanta porque tengo memoria pez en este sentido y creo que ahora mismo no se me escapa nadie.

Además, la relación entre los personajes será increíble, ya que no solo serán relaciones de tú a tú y muy humanas, donde el elemento fantasioso es algo perfectamente integrado en el mundo, sino que además será relaciones que describen nuestra propia realidad. La inclusión es una palabra que hay que asociar a la novela, cosa de agradecer ya que siempre estamos con los príncipes y las princesas y está muy bien que a veces… pues sea de otra forma.


No mires al espejo

La verdad es que esta es una de las reseñas que más me está costando hacer por la propia idiosincrasia del libro. No os diré que sea un libro en el que no os vais a enterar de nada en un principio porque no es así, todo es relevante y lo curioso de la novela es que es como un desplegable. Cada página entiendes una pieza del puzzle hasta que lo vas componiendo entero.

Por ello, es difícil hacer la reseña solo de las piezas más pequeñas. En cualquier caso, cabe decir, que la novela me ha encantado y me ha enganchado muchísimo. Su perspectiva de lo fantástico y si me apuráis del retelling es muy innovadora. Los personajes os enamorarán y engancharán hasta las últimas consecuencias y el estilo de Isabel es una maravilla que fluye y dibuja increíblemente bien. Una novela totalmente recomendada a la que espero, de manera sincera que os lancéis sin reservas.
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