De este tomo apenas hay nada que decir, simplemente: BUUUUUUUUAAAAAAH. Básicamente un uno contra uno entre Musashi e Inshun de principio a fin. Donde cada paso, ataque y movimiento cuenta, con una lucha psicológica entre voluntades tan importante como lo meramente físico, aspecto en el que cada página, composición y viñeta es lo mejor que podría ser. El espíritu indomable, orgulloso e inexperto de Musashi, contra la templanza y técnica maestra de Inshun. El final hace que saltes del sofá estrellándote contra el suelo por las prisas de coger el siguiente tomo, porque lo vas a necesitar con ansiedad. El mejor tomo hasta la fecha, con un nivel visual y artístico perfecto en toda la extensión de la palabra, simplemente descomunal y sin parangón, cuya calidad y capacidad para enganchar es inversamente proporcional a lo que dura su lectura. Que me inyecten en vena esta serie. |