Vagabond 3

Este tomo es la santísima leche santa.

Tras lo ocurrido en el anterior, Takezo se reconvierte como persona y recibe el nuevo nombre que llevará en todo lo que queda de vida y por el que se le conocerá y se volvería mundialmente famoso, en honor a su villa natal, para no olvidar nunca su origen, y todo lo aprendido en ella y que le ha hecho ser quien es: Musashi Miyamoto.

Tras unos años de entrenamiento físico y mental, al fin Musashi con 21 años decide recorrer Japón tan solo armado con un bokken (básicamente, un palo de madera largo con el que luchar), en busca de rivales fuertes con los que mejorar más y más en el combate con la intención de convertirse en el mejor guerrero de todo Japón y encontrarse a sí mismo.

Esto le lleva hasta la capital donde se encuentra el dojo Yoshioka, en el se encuentran varios de los mejores espadachines del país, con Seijuro Yoshioka a la cabeza, el nuevo heredero familiar del dojo y uno de los mayores genios de su generación. Sin embargo, para poder llegar a enfrentarse contra este curioso y joven personaje, tendrá que vérselas con el resto del dojo, que cuenta con varios personajes tan carismáticos y de espectacular diseño como poderosos.

La facilidad que tiene Inoue para presentar personajes de interés, que irradien carisma poder y peligro, y las impresionantes escenas de acción de las que hace gala con el soberbio dibujo que se gasta simplemente no tienen nombre.

En contraposición a todo esto, vemos cómo continúa la historia de Matahachi, que no podría ser más contrario a todo lo que representa Musashi... aunque paradójicamente, parece que sus destinos van paralelos.

Otro tomo fantástico que se lee en un suspiro y que deja con ganas locas de seguir.