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Tras unos cuantos meses desde mi reseña del último que leí, retomo la lectura de Vagabond con este decimotercer tomo, con la intención de leer todos los que me quedan por delante sin otras cosas de por medio, o al menos, leyendo y reseñando de forma ininterrumpida otra tanda igual o más larga que la primera. Dicho lo cual, vayamos al meollo: En este tomo 13 seremos testigos de otra excelente batalla a vida o muerte de Musashi contra un enemigo traído del comienzo del manga y del que no se volvió a saber: Kohei Tsujikaze. Sin embargo y a diferencia de en anteriores encuentros, la persona que es actualmente Kohei poco tiene que ver con la que fue entonces, habiendo cambiado no sólo sus circunstancias y estilo de combate, sino incluso su nombre (ahora Baiken Shishido), su modo de vida, su escala de valores y lo que cree que busca en el combate: la ansiada muerte a manos de un rival digno al que respete. Para que entendamos bien su comportamiento y esta situación a la que se ha dado lugar, Inoue explora a fondo la vida de Kohei, tanto parte de lo ocurrido en los cuatro años desde su última aparición que explican cómo llegó a este punto, como su infancia y adolescencia, que nos hacen comprender la psicología del personaje así como la conclusión a la que llega, una que deja otra huella imborrable en nuestro protagonista, que le llevan una vez más a dar otro paso en su cura de humildad y maduración personal como guerrero y ser humano. En definitiva, un regreso inmejorable por mi parte a esta obra maestra de manga en el que cada página es una auténtica obra de arte. |
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