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Pilar y Diego son un matrimonio envidiable por sus amigos. de esas parejas que demuestran que el amor de verdad puede con todo. Padres de dos hijos estupendos. Aunque no todo lo que reluce es oro y a veces la vida termina comiéndonos por el camino. Pilar con su trabajo junto a su hermana, su club de amantes a las lanas. Diego con su profesión de médico y sus congresos. Dos vidas personales que alejan a la pareja de su camino. ¿Serán capaces de volver a ser antes de perderse en el camino? Pilar y Diego son ese amor de verdad el que llega como un vendaval y lo arrasa todo. Con fuerza y pasión, pero que si no se cuida a diario al final se pierde en el camino. Aun así, son una pareja dispuesta a todo por lo que quieren y por su familia y ha sido un gusto recorrer a su lado ese camino de volver a descubrirse, de volver a enamorarse y de encontrarse en ellos mismos y en lo que eran. Como en las otras partes de Dreamers me encanta poder seguir descubriendo más cosas del resto porque este grupo se ha terminado de convertir en una familia de la que no quieres alejarte. Porque Ana ha conseguido eso, que el lector forme parte de cada historia hasta convertirse en uno más de ellos. Y tengo que decir que el final ha sido muy emocionante, con momentos en los que ha sido imposible contener las lágrimas. Y en lo que he deseado que la historia no llegará a su fin. Porque sin duda voy a echar de menos a estos soñadores que me han regalado tanta felicidad. |
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