¡Estoy muy enfadado!: Cuentos para gestionar frustraciones

Ya sabéis que me gustan mucho -y cada poco los traigo al blog- los cuentos que tratan el tema de las emociones. Me gustan porque suelen ser cuentos divertidos y entretenidos, muy bien recibidos por los niños pequeños pues tratan temas con los que se pueden sentir identificados. Y también porque son una herramienta muy útil en manos de padres y educadores. Los niños aprenden jugando, sobre todo los más pequeños. Y lo mismo pueden aprender matemáticas o ciencias que cosas tan útiles y del día a día como cómo gestionar sus emociones.


Y una de las emociones que más les cuesta gestionar es el enfado. Lo digo por experiencia. Mi hijo mayor no pero mi hija pequeña se enfadaba -y aún se enfada a pesar de tener ya nueve años- con mucha frecuencia. Y lo peor es que se metía en una rueda de la que no sabía cómo salir. al final ella lo acababa pasando fatal y nosotros ni os cuento.

En este libro se recogen seis cuentos: "Lira y el viento", "Mi amiga Nieva", "El secreto de Diana", "Un poco de magia". "¡Que no se despierte!" y "Flor de invernadero"



En todos los casos, primero se cuenta una corta historia y luego se recogen una serie de tips para padres.



Por ejemplo, en el primer cuento "Lira y el viento" nos encontramos con una niña que se llama Lira y que siempre está enfadada. Todo le sienta mal. Ir al cole porque quiere quedarse en casa, quedarse en casa porque entonces no ve a sus amigos, no le gusta nunca la comida que le ponen, se enfada con los niños en el parque... siempre está enfadada. Pero, ¿sabéis qué? Detrás de sus enfados hay una causa y, si la descubrimos, podremos solucionarlos y hacer que Lira sea mucho más feliz.



Tras el cuento tenemos una hoja titulada "Tips para familias y educadores" (una por cada cuento)

En estos tips se da una posible explicación al estado de ánimo del niño, se analizan las posibles causas, se buscan soluciones y, en definitiva, se dan una serie de útiles consejos.



No os voy a destripar cada uno de los cuentos. Tan sólo os diré que en ellos tienen cabida situaciones muy habituales en el día a día de los niños: que no tengan amigos, que sus padres se hayan separado, etc...



La autora utiliza un lenguaje y unas estructuras gramaticales sencillas, aptas para el público al que va dirigido: niños a partir de siete años. Son historias frescas, infantiles, entretenidas y divertidas. Como cuento pueden gustar a cualquier niño. Pero, además, podemos aprovecharlas para conseguir que los niños aprendan a lidiar con el enfado y la frustración.

Los preciosos cuentos de Begoña Ibarrola no serían tan bonitos sin las maravillosas ilustraciones de Blanca Millán. Son dibujos muy detallistas y dulces, en colores suaves, y reflejan perfectamente la escena a la que acompañan.



Sin duda, un libro divertido y entretenido a la par que útil
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