Incognitus

Beppa es una analista brillante. Es la encargada de vigilar que nada suceda durante una cumbre antiyihadista que tiene lugar en Barcelona. Para ello cuenta con el apoyo de compañeros y superiores aparte de los médios técnicos que precise. No sabe hasta que punto se va a poner en peligro ni va a tener que luchar para mantener su identidad y la de sus colaboradores oculta.
Beppa está enamorada/obsesionada con Lena, una hacker que está escondida y protegida ya que su vida corre peligro. Tiene que luchar contra las ganas de verla, de ponerse en contacto con ella, de volver a escuchar su voz a pesar de que la necesita tanto personal como profesionalmente.
Beppa es huérfana de madre. Falleció cuando ella era niña durante un ataque terrorista que se le atribuye. Beppa lleva años intentando que se reabra el caso para limpiar el nombre de su madre pero cuanto más escarba en el pasado, más miedo le da lo que puede acabar encontrando.

Una historia en la que Beppa es la protagonista indiscutible y a la que conocemos durante toda su vida. La narración viaja al pasado, cuando ella era niña y su madre joven y presunta terrorista, y al presente: sus investigaciones, viajes, reuniones, descubrimientos, fortalezas y debilidades.
La parte personal de Beppa tiene una fuerte presencia en la lectura. Está muy unida a su padre, aunque este no quiere remover más el pasado, y a su abuela materna que está aquejada de Alzheimer pero a veces sorprende a los presentes con alguna que otra revelación. Sus tios, por otro lado, creen en la culpabilidad de su madre pero no se atreven a hacer un gran alarde ello aunque si dejan caer indirectas. Destaco aquí la naturalidad de dichas relaciones; no resultan difíciles de creer ya que las tensiones y diferencias son como las que pueden suceder en cualquier otra familia. El mal de la abuela también está bien representado con sus idas y venidas, sus momentos de lucidez y de pérdida en la mente con un nuevo código indescifrable, como apunta su nieta.
En cuanto a la parte profesional, viajaremos a los entresijos de la red, donde se cobijan los criminales y malhechores y donde Beppa ha de darles caza cuidando de no dejar rastro por ninguna parte ya que cualquier pequeño dato que se le escape, por nimio que sea, puede poner en peligro no solo la misión que tiene entre manos, sino también su vida y la de sus colaboradores.
La intriga se mantiene durante toda la trama ya que lo que va sucediendo en el presente se va mezclando con nuevos descubrimientos sobre la vida de su madre, Flora, lo que esta misma va contando durante el pasado y la relación de Beppa con su familia y con Lena. Tendremos también el punto de vista de esta última así como las precauciones que ha de tomar antes de salir, de ir a cualquier sitio o de encontrarse con alguien. Como si esto no fuera suficiente, en ambas ventanas temporales tendremos sendas aportaciones de gente que no planea nada bueno y que le sigue la pista a nuestra protagonista y su madre.
No te da tiempo a aburrirte ni a descansar ya que durante el mismo capítulo vas saltando de una persona a otra y de un tiempo a otro. Eso si, no te vas a perder porque la fecha y el lugar vienen indicados al principio de cada párrafo. El leguaje, a pesar de estar centrado en temas de informática y ciberseguridad, es asequible y tiene explicaciones suficientes como para que los profanos en dichos temas no nos sintamos como una cabra en medio de un quirófano, vamos, completamente desubicados.
¿Recomendado? Si, sin ninguna duda. Por la trama impecable, por la profundidad de su protagonista en su doble papel de investigadora incansable e hija atribulada, por la incertidumbre que nos acompaña hasta el final, por las sorpresas que depara, por ser una historia que va creciendo conforme pasan las páginas.