El asesino de los caramelos de violeta

No exagero si empiezo está reseña escribiendo que está es la mejor lectura que he tenido en lo que va de año y que lo más probable es que ningún otro libro la vaya a destronar de ese lugar, al menos en el género.
¿Cómo no enamorarte de Lucio Garza y su numerosa familia? Aparte del médico forense, está su esposa Teresa y sus siete hijos con nombres que no voy a adelantar porque creo que descubrir cuáles son y porque se llaman así es mejor hacerlo por uno mismo cuando se adentra en esta historia.
Este libro tiene de todo: Intriga, un buen misterio, datos históricos, emoción, personajes bien desarrollados, una pizca de romance, capacidad para que no quieras soltar el libro hasta llegar a saber la verdad, referencias literarias y su buena dosis de humor.
Siendo sincera lo podría haber terminado mucho antes pero me he descubierto alargando el final porque ya sospechaba que si bien me iba a encantar descubrir al culpable, iba a sufrir por no poder seguir leyendo sobre esta familia.
Además de los Garza, tenemos a Félix, un policía relegado dentro de la brigada, que acompaña al forense a ir desenredando la madeja del misterio y que forma junto con él, una de las mejores duplas que me he encontrado en mucho tiempo.
Podría escribir más sobre "El asesino de los caramelos de violeta" pero creo que ha
llegado el momento de ponerle fin a esta reseña sencillamente comentando que me ha encantado y está completamente recomendada.
Espero que está no sea la única vez que lea un caso de Lucio Garza porque estos personajes tienen más historias que contar 😉