Atlas de los destinos oscuros

En primer lugar me gustaría agradecer a la editorial Blume y a Babelio en español que me hayan enviado este ejemplar de “Atlas de los Lugares Oscuros” por medio de la última edición de Masa Critica.

No conocía de antes a la editorial Blume, y debo decir que me ha sorprendido mucho por su labor con este volumen. Se nota mucho todo el tiempo y mimo invertido en él, cada detalle está más que cuidado. Y eso es justo lo que exigía la obra que nos propone Peter Hohenhaus. En ella, el autor nos presenta varios lugares del mundo que son interesantes y relevantes por los diferentes acontecimientos tétricos de los que fueron escenario. Dichos lugares se han convertido en visitas obligadas para todos los interesados o todos los amantes en un nuevo tipo de turismo que está un auge desde hace unos años, el denominado turismo oscuro, que se basa en que el viajero llegue a lugares de trágica importancia con el fin de entender mejor diferentes acontecimientos históricos y la importancia de estas consecuencias.

El libro es un atlas que a modo de guia de viaje está enfocado en un tipo concreto de turismo. Hohenhaus tiene una pluma ágil y directa, justo lo que precisa esta obra. A cada escenario que trata le dedica lo justo y necesario, sin irse por las ramas. Eso es algo que se agradece mucho, ya que hay muchos sitios y extenderse demasiado en un lugar podría hacer que lector se cansase en demasía. Además me ha gustado que se haya movido entre cuestiones históricas y políticas con gran asepsia e imparcialidad.

Como ya he señalado antes, el libro es una auténtica maravilla visual. Es un volumen en gran formato, con fotos a todo color y lleno de información. Los diferentes lugares que se proponen en esta obra están organizados según la parte del mundo en el que se encuentran. Dicha colocación no se limita a lo meramente continental, pues cada continente está subdividido en diferentes regiones. Eso hace más fácil y más ágil la lectura, por lo que es todo un punto a favor. Cada una de estas subdivisiones viene con una pequeña introducción donde se nos habla de cómo están las cosas en el plano político y en lo concerniente al turismo en esa parte del mundo, amén de un mapa de la zona en la que resaltan los puntos que se van a conocer en las siguientes páginas.

Y respecto al texto del atlas, éste me ha sorprendido gratamente. Es cierto que, por motivos de espacio la letra del libro es muy pequeña. Eso ha hecho que a veces me haya sentido un poco agobiada mientras leía. Pero me parece un precio a pagar mínimo. Y es que todo lo que el autor escribe no tiene desperdicio. Todo es muy interesante, y no se limita solo a contar la historia del lugar del que se ocupa y a decir qué es lo que tiene de interesante. Todo el texto está jalonado con informaciones prácticas y curiosidades, hay mucha información y toda ella es muy variada. de hecho, el autor se detiene en ciertas cuestiones históricas o de carácter científico que ayudan al lector más profano a comprender porque el sitio que se está tratando en ese momento es tan importante o interesante. Se nota que el autor conoce la inmensa mayoría de estos lugares y los ha estudiado en profundidad, todo ello da al libro un plus de realismo que es muy de agradecer, ya que no endulza nada (en ningún sentido, ni histórico, ni emocional, ni turístico) y en todo el texto se nota mucha sinceridad a la hora de tratar cada uno de los sitios. Y eso es algo de agradecer, desde una vertiente turística y cultural ayuda mucho al lector ha hacerse una idea exacta de que puede encontrarse si va ahí. A esto hay que sumarle que el libro se ha escrito el año pasado y se acaba de publicar este mismo año, por lo que todos los datos que aparecen en él son bastante exactos.

También es muy interesante y esclarecedor que al principio de cada entrada (además de indicar si su ubicación etc.) hay dos calificaciones. La primera designa la calidad del lugar según lo accesible y bien acondicionado que esté para el turismo. La segunda cuantifica el grado de oscuridad del lugar a explorar. Ambas escalas me han parecido muy interesantes a la hora de valorar cada lugar.

No obstante, reconozco que hay una cuestión que es lo único que no ha terminado de convencerme de este libro: en primer lugar, considero que el autor tendría que haber introducido más variedad de lugares y monumentos, tanto en lo concerniente a la historia, como en lo referente a la temática. Hohenhaus, en la introducción, explica el porque, pero a mi eso no ha terminado de convencerme. Todo el atlas se centra en un tipo concreto de sitios (algunos más enfocados al turismo que otros), aquellos en los que hubo catástrofes naturales, fueron testigos de holocaustos o matanzas indiscriminadas, o escenarios de investigaciones o desgracias de tipo nuclear o relacionado con la ingeniería. Básicamente el libro se reduce solo a eso, con alguna excepción, claro está. Aunque valoro muy positivamente que el autor no haya caído en tratar un tipo de turismo que se nutre de desgracias como la pobreza y el suicidio (como señala también en la introducción), creo que el libro hubiera sido más variado y dinámico si también se hubiera tratado otro tipo de escenarios y el espectro cronológico hubiera sido más amplio. al centrarse solo en una tipología concreta de sitios a estudiar, y que se retrotraen, como mucho, al siglo XVIII, el autor pierde la oportunidad de poder llegar a un mayor espectro de público, ya que no a todo el mundo le interesan los mismos lugares y periodos históricos.

También echo en falta que se ahonde más en ciertas cuestiones como el genocidio armenio o la guerra de los Balcanes. Especialmente en el sentido de que, como dije antes, hay páginas en las que el autor se para a dar muchas explicaciones de temas transversales que aparecen en el atlas, explicaciones que ayudan a entender que tipo de lugar estamos conociendo. Es cierto que se profundiza en muchos de estas cuestiones históricas o tecnológicas, pero echo en falta que se traten todos los asuntos con igual precisión.

A modo de conclusión, recomiendo tomarse con calma la lectura de “Atlas de los Lugares Oscuros”. Creo sinceramente que es una lectura que debe hacerse de forma pausada, leer pocas páginas cada día, viendo en cada ocasión la parte del mundo que más te interese en esa ocasión y combinar esta lectura con otras. Creo que solo así se podrá disfrutar de este libro, ya que su lectura ininterrumpida puede resultar un tanto densa y abrumadora. Es cierto que a veces he tenido esa sensaciones, pero al finalizar la lectura ha predominado en mi una sensación concreta: la de impresionarme con la maldad que pueda albergar el ser humano y lo terrible que puede ser la naturaleza. Todos los lugares que aparecen en esta obra tienen una connotación trágica, algunos de ellos terrorífica. Mientras leía no podía evitar criticar al turismo actual, demasiado centrado en ver rápido todo lo posible y en hacerse la foto de turno para demostrar su visita al lugar. Este Atlas no es solo una oportunidad maravillosa para descubrir nuevos lugares y conocer más sobre la historia moderna y natural. Es también una oportunidad excelente para reflexionar sobre la historia moderna, sus consecuencias y como estas siguen persistiendo en la actualidad, la manera en que han moldeado el mundo tal y como lo conocemos. Y también es una oportunidad para reflexionar sobre el ser humano y hacia dónde va la humanidad, qué clase de mundo estamos creando y si eso es lo que realmente buscamos y queremos para nosotros y para los que vengan después.