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El libro, a nivel general, me gustó bastante. Aunque no sea súper fan de las criaturas sobrenaturales, me gusta mucho el terror y me encanta la literatura clásica, dos factores que me jugaron a favor a la hora de leer este libro. El hecho de que fueran cuentos también me lo hizo más sencillo porque, tomando los relatos de forma individual, serían pocos los que leería si en vez de un relato breve constituyeran una novela. Lo empecé sin haber leído la sinopsis, así que esperaba encontrarme puro vampirismo y fue un alivio descubrir que no era el caso. Hay mucha variación de un cuento a otro, aunque a veces se mencionan criaturas que han aparecido en relatos anteriores; había algunas de ellas que no conocía y que los desarrollan en la historia, así que me vino bien leerlo de forma lineal (para variar) y no salteándome cuentos y después volviendo, como suelo hacer. A rasgos generales, me gustó mucho la pluma y el desarrollo de las historias. Lo poco que conocía de Hoffmann es muy distinto a esto, así que disfruté viendo otra faceta suya. Curiosamente, Don Juan, el relato sobre el que mayores expectativas tenía, resultó ser el que menos me gustó. |
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