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Pequeño ensayo acerca de la tumba que fue descubierta en junio de 1968 y que supuso un nuevo enfoque en la investigación de la arqueología clásica de la zona. Las imágenes mostraban en una de las paredes varias escenas pertenecientes a un simposio con sus participantes en animada charla. Pero en otra de las paredes apareció un efebo lanzándose de cabeza al mar. La disyuntiva estaba servida para la comunidad científica. ¿Celebración de la vida o recuerdo de la fugacidad de ésta? El autor nos describe en pocas páginas toda la belleza, no solo de la tumba sino también lo mejor de la vida en Grecia: vino, sexo, oratoria. El paso de la adolescencia a la edad adulta en imágenes bellísimas. La muerte y su significado: forma parte de la vida y es inevitable. ¿Quién era el difunto? ¿Qué vida llevó? ¿Le gustaba acercarse en compañía de otros jóvenes a la orilla del mar y nadar? ¿Era habitual el hecho de hacerlo? Conjeturas sobre ritos de iniciación confirmadas en otros lugares. Un salto al vacío para probar que se ha dejado de ser un niño. La Tomba del Tuffatore se llama el lugar, la imagen preciosa, lo que revela su estudio aún más. |
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