Este clásico de Patricia Highsmith empieza de manera lenta, con una introducción muy pausada, pero absolutamente necesaria para el resto de la trama. Se trata de una novela en la que predominan los personajes y la psicología. La narración es fantástica y la construcción del personaje de Tom Ripley es genial. La autora sabe perfectamente cómo jugar con la tensión psicológica y hacerte pasarlo mal de pura tensión. Aunque hay investigación policial, lo que predomina es el suspense, pues sabemos en todo momento lo que está ocurriendo. Pienso que es una novela que hay que, simplemente, leer. No voy a extenderme en detalles porque creo que es de esas historias que se disfrutan más sin conocer mucho de ellas. Por eso, sólo os puedo decir que me ha gustado mucho, está muy bien construida y tiene un personaje icónico. Ha sido un placer leer a Patricia, así que os la recomiendo. Probablemente entre mis próximas lecturas se encuentre “Extraños en un tren” de la misma autora. |