Alex, la indómita sobrina del conde

Una historia preciosa que se disfruta desde la primera página hasta la última, como todas las de Nieves.

La novela nos sitúa en Londres, en 1819, cuando muchos aventureros y exploradores ingleses buscaban entre las ruinas de Egipto algún objeto valioso y, tal vez, un poco de gloria; cuando el Museo Británico había abierto su primera sede, poco más de cincuenta años atrás, en la casa Montagu. de esta forma, Nieves logra reunir los dos mundos en una misma novela.

La trama tiene su eje en el misterioso robo de una estatuilla egipcia y el asesinato del vigilante de la casa Montagu, hecho que favorece el acercamiento de los protagonistas para su historia de amor, y que los involucra en aventuras y peligros inesperados.

Nuestra Sherlock Holmes, empeñada en resolver el misterio de la desaparición de la estatuilla, es Alexandra Tanner. Alex no posee ningún título, pero es sobrina de un conde y prima de un vizconde, lo que la hace inalcanzable a ojos de Daniel. Pero Alex no se ve a sí misma como una dama, sino como una mujer con la inteligencia suficiente como para convertirse en una auténtica exploradora. La ociosa vida de la aristocracia no es lo suyo, la aburre. Pero, además, tiene otra razón poderosa para no querer alternar en sociedad, una razón atractiva llamada Daniel Bridge, el hombre que la irrita, la enfurece, y del que lleva tiempo enamorada. Es una mujer fuerte y decidida, orgullosa, y que sabe bien lo que quiere.

Daniel es un médico preocupado por los más desfavorecidos, a los que dedica parte de su tiempo. Es un buen hombre, pero no se cree merecedor de Alex, por lo que huye de la tentación que ella le supone. Los acontecimientos y los líos en que se mete la muchacha, lo obligarán a permanecer a su lado. Un problema, sin duda, cuando basta una chispa, en forma de sonrisa o de mirada, para que la pasión entre ellos estalle. Daniel tendrá que emprender una lucha contra sí mismo hasta llegar a aceptar lo inevitable: que no puede renunciar a Alex.

Sobre la pluma de Nieves no es necesario comentar nada, es maravillosa, capaz de sorprenderte con un giro hacia el final de la novela para descubrirte al verdadero asesino. Sin embargo, me sorprende, una vez más, su versatilidad; esa capacidad de llevarte de Londres al Caribe, de Madrid a tierras vikingas, con historias llenas de aventuras y romances preciosos, y personajes que conquistan.