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Hesse con esa prosa clara que lo caracteriza retrata la vida de Hans un adolescente con facilidades para el estudio que se convierte en la esperanza no solo de su padre, si no de su pueblo entero cuando debe rendir unos exámenes para ser admitido en un Seminario Teologico como estudiante, pruebas que son exigentes y a las que se presentan jóvenes de distintas regiones del país. Hans como es de suponer es admitido, pero él no se da cuenta que a lo que responde con su afán de ser admitido es a las presiones y expectativas de su padre y de otros adultos que lo rodean, como el rector de su escuela, el pastor y otros que ven en Hans la prolongación de sus propios anhelos y ambiciones al punto que ninguno, ni el mismo Hans se detiene a preguntar qué es lo que realmente quiere, cuáles son sus sueños, cual su vocación. Hans es un muchacho al que le arrebatan la niñez, al que le coartan sus hobbies, sus gustos personales todo para que otros sientan Hesse hace una severa crítica a un sistema escolar rígido y asfixiante que pone por delante los intereses de todos, y pone el énfasis en lo meramente académico sin preocuparse del alumno como persona, sin preocuparse de su desarrollo emocional Crítica a profesores que aprecian a un alumno mientras tenga buenas calificaciones y no sea "problema" pero que lo abandonan, estigmatizan y convierten en un paria cuando ese alumno no da los resultados que ellos esperan. El libro retrata a la perfección los avatares y estados sicólogos del protagonista, inmerso en una constante lucha entre lo que él es, lo que le gusta, lo que sueña y las expectativas que otros pusieron sobre él. Es notable el contraste entre la angustia de Hans y la descripción de los hermosos paisajes que lo rodean. Hay muchos personajes que destacan uno es uno de los compañeros de Hans en el seminario, Hermann (si se llama igual que el autor) su espíritu crítico y pensamiento independiente no lo hacen muy querido por sus profesores que parecen estar más cómodos con alumnos que pueden moldear casi como copias en serie olvidando la individualidad de cada uno. También es importante señalar que Hans no tiene un buen desarrollo de la inteligencia emocional, que es un chico apático al que le cuesta relacionarse con los demás. (Quizás un poco porque en un momento se siente superior al resto) en parte esa carencia de Hans se da a entender es causa de la falta de una figura materna (la madre ha fallecido) Creo que a pesar de los años transcurridos (fue publicado en 1906) el libro es de una vigencia abismante porque pone el dedo sobre sistemas educativos que olvidan que los alumnos son seres humanos integrales, que solo exigen resultados cuantitativos, pero no cualitativos. En el libro también destaca la reivindicación de los oficios manuales y como estos pueden llenar de orgullo a quienes los realizan. |
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