Annie MacAllister ha vuelto

Si lleváis tiempo por aquí, ya sabréis de sobra que Lucía Herrero es una autora que llevo queriendo leer desde hace mucho tiempo. Sin embargo, cuando me propuse leer por fin La princesa de la luna, la autora anunció que sacaba nueva novela –esta vez de género romántico contemporáneo, muy lejos del género fantástico que prometía la novela anterior–, así que, cuando me propuso leerla, no pude negarme... es decir, ¿quién se puede resistir a esa sinopsis? El caso es que la devoré en apenas unos días. Como os comentaba la vez pasada, mi vida personal ha hecho que sea realmente complicado estar por aquí, pero nunca es tarde para hacer una buena recomendación, ¿verdad?

Tras un suceso inesperado, la estrella emergente Annie MacAllister tiene que trasladarse a Greytown, pueblo del que se alejó años atrás para luchar por sus sueños y dónde dejó a las personas más importantes de su vida: su familia, sus amigos y su hasta entonces novio, Tom. Ahora no solo tendrá que superar el bloqueo musical que la asola desde hace tiempo, sino que tendrá que hacer frente a todo lo que dejó atrás e intentar reconciliarse con todo ello. Sin embargo, la vida de la estrella que es ahora dista mucho de la de la Annie que era entonces. ¿Podrá hacer que sus dos vidas encajen en una sola?

Visto así parece una historia sencilla y, no vamos a engañarnos, la verdad es que lo es, pero lo que la hace realmente brillar son sus personajes. Por un lado, tenemos a nuestros protagonistas: Annie y Tom, ambos con personalidades aparentemente muy dispares, pero con un pasado en común. En el caso de Annie, tenemos a una mujer empoderada que ha hecho todo lo posible con tal de cumplir sus sueños. Annie sabe perfectamente lo que quiere y está dispuesta a conseguirlo, sin embargo, cuando Tom vuelve a irrumpir en su vida –o más bien en su día a día– parece que esa seguridad se va tambaleando un poco. Y es que, Tom, por otro lado, ha pasado de ser el chico sin grandes planes del que se enamoró Annie a ser un hombre con las ideas bastante claras y muchos proyectos en mente. Es uno de esos personajes que conquistan al lector desde el primer momento. Tom es simplemente... Tom –no hay mejor forma de describirlo, no–. ¿Y qué es lo que se interpone entre estos dos? Pues, como cualquier novela romántica que se precie, los fantasmas del pasado tienen mucho que ver. Ah, bueno, y que ambos han rehecho sus vidas –sí, ambos tienen pareja, así que, si ya de por sí la cosa prometía, ahora promete el doble–. La verdad es que la evolución de ambos es bastante palpable, ya no solo a lo largo de la novela, sino también a lo largo de esos ocho años que han estado separados. Obviamente nuestros protagonistas no están solo, sino que vienen acompañados una gran variedad de personajes que le aporta un toque familiar y divertido a la novela. Os adelanto que más de uno os robará el corazón.
Con respecto a la trama, está narrada en tercera persona, por lo que tenemos los dos puntos de vista, tanto el de Annie como el de Tom, lo que nos ayuda a entenderlos y ponernos en el lugar del otro en todo momento –aunque eso no quita que de vez en cuando queráis matarlos, ya os aviso–. No obstante, dejadme sacar una pequeña pega –más personal que otra cosa–, y es que he echado en falta más escenas pasadas (del pasado de ambos). Si bien tenemos pinceladas a través de escenas que rememoran los protagonistas, me he quedado con ganas de ir mucho más allá, pero, ya os digo, esto ya es un detalle muy personal y es una espinita con la que me he quedado. Cabe resaltar que, como ya destaqué con anterioridad, nos encontramos ante una trama muy sencilla lo que conlleva que resulte, en ocasiones, muy predecible. Esto no ha sido un inconveniente para mí, es más, si estáis acostumbrados a leer este género, ya os habréis dado cuenta de que es de lo más habitual, pero creo que es un detalle que es importante recalcar para no crear falsas expectativas. Para mí, Annie ha llegado en el momento adecuado, me ha enganchado desde el minuto uno y prácticamente ha volado en mis manos. Es de ese tipo de historias que me gusta leer de vez en cuando, sin muchos artificios, simplemente el lector y los personajes, sin grandes dramas de por medio. Una delicia para los que nos gusta este tipo de historias. Lucía Herrero la logrado conquistarme a través de la romántica contemporánea, por lo que estoy deseando averiguar si logra hacer lo mismo con La princesa de la luna. ¡Espero contaros muy pronto!

En definitiva, Annie MacAllister ha vuelto de Lucía Herrero es una novela romántica contemporánea muy sencilla en la que la música, los reencuentros y las segundas oportunidades toman un papel fundamental. Si buscáis una novela con giros inesperados y mucha acción, creo que es bastante evidente que no estáis buscando en el sitio adecuado, pero, si por el contrario, lo que necesitáis es una novela sencilla de fácil lectura que ayude a evadirte del mundo "real", solo tienes que hacerte con una mantita, coger sitio en el sofá y preparar tu kindle, porque Annie es justo lo que necesitas. ¡Si os gustan las historias de segundas oportunidad, esta no os la podéis perder!
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