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Obviamente todos hemos visto la película pero yo tenía muchas ganas de leer el libro. “Cowboy de medianoche” se centra sobre todo en la primera parte de la historia en la vida infortunasa de Joe Buck, un chico que pasa desapercibido, criado por su abuela (y no, no es la típica abuela), que parece no encontrar su sitio. No es listo, pero posee otros atractivos. Tras un breve paso por el ejército y otras andanzas desde Houston pone rumbo a Nueva York con idea de hacer fortuna a base de prostituirse. Allí conoce a Ratso, un tullido delicuente. Ambos se aliarán para combatir un mal que les es común: la soledad y la mala suerte. James Leo Herlihy crea una novela fluida de lectura rápida, con un sorprendente sentido del humor pero adolece de cierta candidez a pesar del tema que trata en todo momento. Si algún pero le pongo es que le falta canallismo. Puede que que tanto Joe como Ratso malvivan a base de pequeños hurtos y engaños pero los dos personajes desprenden bondad y honestidad, pobres cualidades para una ciudad que no para de devorarlos. Se mueve entre la melancolía, la comicidad, la desesperación y la tragedia con idéntica intensidad y soltura. Respecto a la edición me gusta mucho esta novedad tapa dura de la editorial Búnker Books y el dibujo de portada. Agradecer también el prólogo de Kiko Amat (no hay prólogo que no lea de este hombre que no sea brillante) que destila amor por la obra y profundo respeto por el autor. |
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