Gente que conocemos de vacaciones es una novela fresca y divertida, llena de diálogos ocurrentes e ingeniosos, sobre dos amigos que retoman su amistad después de dos años sin hablarse. Me ha gustado mucho, me he reído a carcajadas y también he llorado un poquitín. Desde luego seguiré leyendo a Emily Henry por qué me ha sorprendido.
|