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En 2011 Andrea Hejlskov y su marido decidieron dejar su vida en Noruega e irse a vivir al bosque con sus cuatro hijos. Encontraron una cabaña de 16 metros cuadrados en Värmland, Suecia. Sin luz, sin agua corriente, sin calefacción, sin vecindario, sin ahorros... Tuvieron que aprender a sobrevivir: recolectar, buscar alimento o construir una nueva cabaña que les protegiera del invierno. En "Nuestra casa en el bosque" cuenta cómo tomaron la decisión, los pasos que siguieron y la vida que llevaron durante el primer verano, otoño e invierno de su experiencia, intercalado con reflexiones acerca de la familia, sus motivos para irse o diversos aspectos como el consumismo, el medio ambiente o la educación. Tengo sentimientos encontrados ya que la parte de la naturaleza, de los aprendizajes, de saber si construirían a tiempo su casa, la narración del bosque, sus animales y plantas... Me ha gustado. Peeeero... Hay otra parte que no. Y no tiene que ver con lo narrativo sino con lo que la autora comparte. Me ha costado no juzgar a Andrea y a su marido Jepper. Me ha costado que no me cayeran mal (no sé si esto lo he conseguido con él, creo que no). En ese momento ella escribía en un blog donde compartía reflexiones y el día a día. Publicar este libro (que contiene algunos fragmentos del blog) fue una necesidad económica, una solución para poder seguir viviendo en los bosques y, a la vez, tener ingresos. Algo que me ha gustado es que no romantiza sobre la idea de que irte a una cabaña en mitad de Suecia es lo mejor que te puede pasar, sino que es duro vivir en esas condiciones, muy duro. Y que, aunque tengan clara la decisión, es algo que se cuestionan una y otra vez cuando lo están viviendo. No te "vende" nada que no es. Y eso me ha parecido valiente. |
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