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La explosión de los mundos es una segunda parte que mejora con respecto a la anterior. La historia y todo en general es más ágil y dinámico, la trama en si me ha parecido más completa, tiene más acción aunque también bastante información y ambas cosas se equilibran casi a la perfección, estando ambas en la medida justa y sin que le sobre o le falte algo. Además, contamos con unas ilustraciones bastante cuidadas y que complementan muy bien a la lectura. Se incluyen fragmentos de lo que podríamos denominar un libro de historia, sobre hechos que ocurrieron en el pasado en el lado infestado y que no solo suponen un respiro de la trama principal y algo que le da dinamismo, sino que también ayudan a entender mucho mejor la historia y las cosas que van pasando, además de que aportan información nueva y que, la mayoría de veces, es muy importante y no hay que pasarla por alto. La trama va creciendo poco a poco y cada vez va enganchando más y más al lector, dejándolo constantemente con muchas dudas, con cada vez más preguntas que está deseando poder contestar, con cada vez más ganas de saber más y con una curiosidad que página tras página va creciendo haciendo que la lectura se vuelva adictiva y sea imposible parar de leer. El misterio está muy bien llevado, al principio es bastante poca cosa pero el autor lo va haciendo crecer, dejándote muchas (demasiadas) veces con la miel en los labios al, digamos, cortar algunas cosas y dejarlas constantemente a medias o dándote la información con cuentagotas, haciendo que siempre se quiera y se necesite más. Conforme se avanza en la lectura pasan dos cosas. Por un lado se está cada vez más enganchado a ella, con ganas de saber más y, por otro lado, el lector está cada vez más y más perdido y confuso pues cada cosa que pasa en lugar de aclarar la trama, las lía más, haciendo que la historia parezca compuesta por piezas de puzle que, a priori, parece que jamás encajaran. Aunque, como ya he dicho, todo es bastante confuso y un poco inconexo, llegando a veces incluso a parecer que no llegaran a cobrar sentido las cosas, lo acaban haciendo, poco a poco, pero lo hacen y de una forma más que sorprendente y, sobre todo, muy lógica y coherente, sin flecos, demostrando así que, aunque al lector no se lo pareciese, el autor tenía todo el rato las cosas muy claras y sabía como tenía que pasar todo. Algo que no esperaba es que hubiese tanto humor o que este estuviese tan presente y es que hay muchas conversaciones llenas de chispa, contestaciones o replicas muy mordaces, apuntes que son la mar de irónicos y divertidos y, muchas veces, los personajes tienen cada salida en situaciones tensas o de peligro que es inevitable reírse a carcajadas o, al menos, sonreír pues aún estando en una situación precaria, los personajes son capaces de bromear o de mostrarse irónicos. Algo que me gustaría destacar es la total ausencia del amor. No hay nada de nada, ni tan siquiera una pincelada o algo que haga creer al lector que más adelante se pueda dar una relación amorosa y esto es algo totalmente acertado, pues una relación amorosa tan solo estorbaría en la historia. En cambio, hay una alta dosis de humor, de amistad y de aventuras. El final me ha parecido simplemente genial, todo se une al fin, todo cobra sentido de una vez y es como si se cerrara un círculo. al ser tan cerrado el lector, a priori, no se queda con muchas ganas de seguir con la historia por lo que el autor se encarga de que esas ganas vuelvan soltando una, digamos, bomba en la última página que te deja más que sorprendido y sobre todo, con muchas ganas de saber que pasará en el próximo libro. Los personajes siguen en la línea del anterior libro y en esta ocasión los podemos conocer un poco más, lo que les otorga más profundidad y los vuelve un poco más complejos. Por otro lado, de los nuevos personajes que salen, aunque se les desarrolla bastante bien, reconozco que me habría gustado saber un poco más sobre ellos. |
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