Las mil naves

La escritora inglesa es una gran experta en el mundo clásico. En esta apasionante y cautivadora reinvención de la guerra de Troya lo demuestra con creces, relatándonos apasionantes, absorbentes y evocadoras historias sobre el coraje y la entereza de las mujeres griegas y troyanas.

Un obra brillante que consigue una recreación admirable y emotiva de las trágicas consecuencias de una guerra tan conocida como la de Troya.

Basada en gran parte en fuentes literarias y arqueológicas pero también en su propio conocimiento del tema, es una excelente y extraordinaria obra que me ha cautivado.

Comienza con Calíope, la musa a la que también Homero en su Ilíada se dirige al inicio del poema: “Canta, oh diosa la cólera de Aquiles”.

En este caso, Calíope también decide comenzar para ir reescribiendo la historia aunque de un modo diferente y contando los hechos desde el punto de visa de todas las mujeres, tanto griegas como troyanas, que quedaron atrapadas en una guerra que nunca desearon y por la que sufrieron innumerables desdichas y perdieron la libertad y la familia.

Estamos hablando de una novela coral puesto que serán muchas voces femeninas en la que en diversos capítulos, en total son cuarenta y tres, irán tratando todos los temas del relato épico.

También nos muestran sus sentimientos, sus pensamientos, su soledad, así como las implicaciones psicológicas de cada una de sus alternativas.
Y las escuchas, y las comprendes, y las admiras, y te apasionan y te deleitan y te cautivan.

Me ha maravillado y emocionado su lectura, te absorbe por completo. No he dejado de ponerme en el lugar de todas las mujeres heroínas, porque lo son, que han ido relatando los increíbles momentos vividos y sentidos, que han desfilado a través de sus ojos, ante la inevitable locura de una guerra que las llevará al mayor desconsuelo y dolor por la pérdida de sus seres queridos en la mayoría de los casos, y hasta la más horrible de sus consecuencias para las troyanas, la esclavitud e incluso su propia muerte, por otra parte, esperada y también deseada.

No queda nada, solo el asfixiante dolor ante una supervivencia sin futuro, obligadas al sometimiento de sus vencedores.

También las mujeres griegas sufrieron y desearon morir, algunas lo llevaron a término cuando supieron que habían perdido a su compañero, sufrieron por la larga ausencia de sus maridos que enfrascados en las batallas sin término, tuvieron que luchar y también morir, por la pérdida de aquellos que no regresarían jamás e incluso aquellos que sí regresaron, pero ya no se encuentran con lo que tenían y dejaron.

Y después de un largo periplo, también regresó Ulises, sólo la resistencia e inteligencia de Penélope mantuvo la cordura.

Qué bien tratados están los temas, qué visión tan esclarecedora para plasmar con suma brillantez la visión de una guerra como la de Troya, así como las emociones, y donde se nos invita a reflexionar no solo ante el sufrimiento de las mujeres, sino ante su coraje y entereza, a pesar de las consecuencias, también ante las traiciones que se reflejan y por supuesto sin olvidarnos de la venganza. Todo está aquí.

Un lenguaje elegante, atractivo, fresco, efectivo, incluso con ciertas dosis de ironía y cuyo ritmo vibra y nos invita a seguir leyendo sin detenerte.
Es fundamental darnos cuenta de la importancia de los detalles que nos evocan las apasionantes historias y los grandes hechos.

Y cuando llegas al final vuelve a aparecer Calíope para indicarnos que ya ha terminado su canto y lo ha hecho sobre la vida y sobre la muerte e incluso sobre la vida después de la muerte.

Me ha dado pena llegar al final, quería seguir y seguir, quería más.
Aunque pensaba que ya lo había leído todo sobre la guerra de Troya, y lo cierto es que he leído mucho, pues no he acabado, este libro me ha invitado a querer buscar otros, pero tienen que dar la talla, como este, porque ha sido tan valioso que todavía estoy pensando en él, aunque hace ya algunas semanas que lo terminé. Sé, también que quedará para releer y de vez en cuando, lo visitaré y cómodamente me llevará a vivir nuevas sensaciones y a una manera de viajar extraordinaria.

Vamos con las mil naves. No puedo dejar de recomendarlo, es una maravilla y de una alta temperatura emocional.