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No me canso de disfrutar de todos y cada uno de los momentos que comparten Sasaki y Miyano, y de como cada vez son más conscientes de que sienten algo. En el segundo volumen, Sasaki no puede evitar querer acercarse más a Miyano y aprovechar cualquier momento para acariciarle, aunque a última hora se echa para atrás por vergüenza, miedo y respeto a Miyano. A su vez, Miyano sigue negando que le gusten los chicos y no quiere comparar su vida con un BL, pero no puede evitar empezar a sentir algo cada vez que está cerca de Sasaki, y más ahora que sabe que este último siente algo hacia él, aunque todavía no sabe si tomárselo en serio. La historia continua y con ella cambian las estaciones y empieza un nuevo curso. Miyano pasa a ser alumno de segundo mientras que este año va a ser el último de Sasaki. Siguen pasando mucho tiempo juntos, hablando de los mangas que comparten y de cualquier cosa, regalándonos momentos adorables. Como siempre adoro la relación tan bonita que tienen, y como Miyano cada vez es más capaz de hablar de lo que le gusta sin miedo a ser juzgado porque Sasaki lo respeta en todo momento. Aunque en este tomo por fin vemos el lado celoso de Sasaki que ni él sabía que tenía. Y aparece Ogasawara, amigo de Hirano y Sasaki, que tiene problemas con su novia y busca consejo en Miyano. No sé que más añadir, solo que este manga siempre será un lugar seguro al que acudir cuando tenga un día regular y que estoy deseando ver (o volver a ver, ya que he visto el anime) como le va a una de mis parejas favoritas. |
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