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Acudo a este libro en busca de la figura de Cicerón y me encuentro con un gentleman inglés y su adorable mayordomo. Pienso que son personajes mal diseñados. Ni por asomo me creo que Cicerón fuera así, tan buena gente, ni que su esclavo fuera tan listo y tan libre, y, por supuesto, que en Roma se viviese tan bien. Me ha desilusionado. Robert Graves y Colleen McCullough si son buenos en la materia. |
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