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Después de caer de Melanie Harlow; ésta historia ha llenado completamente mis expectativas, una dulce historia de amor en la que debo reconocer, que su protagonista femenina me ha sorprendido gratamente. Y es que, a pesar que Margot Thurber Lewiston no ha pasado necesidad ni un sólo día de su vida, es una mujer simpática, generosa, caritativa y amable, aunque no sea su primera apariencia. Pero es que las mujeres Thurber deben siempre mantener la compostura y las formas; ó al menos es lo que intenta hacer Margot mientras su ex novio Tripp anuncia su compromiso con su nueva novia a todos en la gala benéfica, después de habérselo propuesto a ella la noche anterior. Pero arrojarle panquesitos en plena reunión es lo mínimo que se merecía. Aunque su madre Muffy opina que es mejor que me vaya de la ciudad un tiempo, al menos hasta que se acaben los cotilleos. Es por eso que decide aceptar el trabajo en la granja de los Hermanos Valentini, dedicada a la agricultura sostenible, para asesorarlos en el tema de la publicidad. Para Jack Valentini su trabajo en la granja, es lo único que lo ayuda a desviar su atención del dolor que siente; desde su regreso de Iraq, su reintegro a su vida no fue fácil y la muerte de su padre tampoco. Pero perder también a su gran amor, ha dejado todo su mundo sumido en una completa amargura y desesperanza. Así que aceptar que sus hermanos contraten a una niña pija para que los asesore, es algo con lo que no estará de acuerdo. No le gusta las sorpresas, ni la gente y mucho menos que le digan que hacer. Pero conocer a Margot va aflojando en él parte de ésa amargura y ésa necesidad contante de castigarse. Y en ella, ése reconocimiento de una carencia que no sabía que tenía. |
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