El árbol de la danza

Estrasburgo, 1518. Nos encontramos en un mundo que no tiene ningún tipo de consideración hacia las mujeres. Ellas solo tienen una función en la sociedad: procrear y dedicarse a las labores del hogar. En medio de un verano abrasador, una mujer comienza a bailar como alma que lleva el diablo. Lo hace durante días y cientos de personas siguen su ejemplo. Los gobernantes, aterrorizados, convocan un consejo de emergencia para tomar medidas.

Parece una premisa superinteresante, pero ¿cómo se quedan si les digo que esto ocurrió en la realidad? En la actualidad, existen varias teorías que podrían explicar esta extraña epidemia de baile, entre ellas, la histeria colectiva, pero la autora decidió basarse en este hecho y darle su propia interpretación: una revolución.

En las afueras de Estrasburgo, la joven Lisbet, embarazada, vive con su marido y su suegra y cuida de las abejas, que son el sustento principal de la familia. Lisbet está alejada del frenesí que se cuece en la ciudad y vive ajena a la epidemia de baile, pero poco se imagina que su tranquilidad se verá alterada por los secretos que oculta su familia.

«El árbol de la danza» es un libro que gira en torno a uno de los hechos más misteriosos que asolaron Estrasburgo en aquel entonces. Supersticiones, fanatismo religioso, misterios familiares, amores prohibidos y mujeres que expresan sus ansias de libertad a través de la danza; una danza tan salvaje que las lleva hasta la muerte.

Como amante de la ficción histórica, a mí este libro me ha encantado. Si tuviese que ponerle una pega, diría que la primera parte se me hizo un poco lenta, pero es porque la trama principal se va ramificando en varias subtramas y tenemos que conocer bien a todos los personajes.

Mi personaje favorito, sin ninguna duda, ha sido Lisbet. Su crecimiento me ha parecido maravilloso y, a pesar de que al principio nos la presentan como la más débil, es la que tiene más fortaleza y resiliencia. Es una luchadora nata.

Kiran Millwood Hargrave ha escrito una historia de esas que no quieres que se acaben y que transmite un mensaje revolucionario muy potente contra el patriarcado. Ahora estoy deseando leer su otro libro, «Vardo». La pluma de la autora es maravillosa y necesito reencontrarme con ella.