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No entraré en detalles sobre la trama para no hacer spoilers del primer libro, pero os cuento que retoma los hechos después de lo sucedido en Guerdon, teniendo como narradores a algún que otro personaje conocido y otros que hacen su aparición en esta segunda parte. Nos vemos inmersos en plena Guerra de los Dioses mientras que Guerdon se mantiene neutral y lame sus heridas después de lo ocurrido en "La plegaria de la calle". Nos encontramos con una trama donde los tintes políticos y religiosos nos pintan un panorama de cambio y de lucha por el poder. Me han gustado mucho los nuevos narradores que hay en este libro. En especial, me ha gustado uno/a de los/las narradores/as, que en el primer libro no me caía nada bien y en este se ha convertido en uno de mis personajes favoritos por su inteligencia y por cómo nada en el ambiente hostil de una ciudad que intenta hacerle frente a grandes cambios. El ambiente sigue siendo oscuro pero, en este caso, he notado que lo es un poco menos. Se pierden un poco los toques Lovecraftianos de la primera parte, pero conserva esa ambientación con matices decadentes, donde presenciamos la acción en una ciudad en cuyos bajos fondos la gente sufre y se ve expuesta a las consecuencias de la Guerra de los Dioses. He disfrutado este libro incluso más que el primero. El autor nos regala una trama entre bélica, política y religiosa muy bien construida, donde vemos cómo estos tres factores se disputan el control; todo esto regado con grandes dosis de secretos y misterios que se van desvelando a su debido tiempo. Cómo pasó con el primero, el final queda bastante cerrado, pero deja entreabierta una rendija que te deja con ganas de leer la tercera parte y conocer el final de esta historia tan increíble. En general, una segunda parte llena de secretos y juegos de poder que hará que no puedas despegarte de sus páginas. |
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