Los santos de sombra

Diez meses después de los hechos acontecidos al final de «La plegaria de la calle», la ciudad de Guerdon trata de salir adelante con todos los cambios que se han producido. El poder político se tiene que reorganizar y la guerra amenaza con terminar con la neutralidad de la ciudad. Corren rumores de que una nueva arma con el poder de destruir a un dios está enterrada bajo sus calles y ninguna de las facciones en lucha pueden dejar pasar la oportunidad de encontrarla.

Aunque la mayor parte de la acción sigue teniendo lugar en Guerdon (la verdadera protagonista de esta trilogía), el trío de narradores ha cambiado. En esta ocasión, contamos con las voces de Terevant, segundo hijo de una casa noble con una herencia muy interesante 😏; el Espía de Ishmere, un misterioso personaje capaz de cambiar de identidad con una facilidad apabullante; y una tercera persona que ya conocimos en el primer libro (no voy a decir su nombre por si aún no lo habéis leído)
Estos personajes son muy diferentes entre sí y aportan nuevas perspectivas que amplían muchísimo la información que tenemos de este mundo. Son muy buenos protagonistas, sin embargo, yo he echado un poco en falta al trío de la Plegaria, con quienes conecté mucho más 🥺.

No obstante, en el resto de elementos, este libro va a más. Más geografía, más trama, más criaturas, más magia y, sobre todo, más política. Me parece un libro más completo que el anterior, pero con el mismo buen ritmo 👌🏻. Una lectura absorbente que hace que sus más de 600 páginas pasen en un suspiro.

Si os gusta la fantasía oscura y las historias con buenas construcciones de mundo, sin duda esta trilogía es para vosotros 🤩.