Chacales

El tema que trabaja este cómic es el TEI o Trastorno Explosivo Intermitente, un trastorno consistente en episodios repentinos de conductas impulsivas y violentas de carácter reiterativo. Para hablar de este problema de salud mental la autora nos pone en la piel de tres personas diferentes, empezando la historia de cada una de ellas en una sesión de terapia psicológica en la que relatan su último estallido. Lo único que las une es sufrir este trastorno, y el gran acierto de la autora es salirse de la asociación fácil de esta enfermedad (igual que del concepto de chacal) como relacionada con la ira o agresividad masculina para dar cabida a otros perfiles más distanciados de este concepto.

El primero de los personajes es una mujer que lleva el pelo rapado y no parece seguir el canon estético femenino; estando en un festival parece que poco a poco va creciendo en ella cierta ansiedad, hasta que va a pegar a una persona que considera que le ha mirado mal. El segundo protagonista es un niño que va cargándose de ansiedad a lo largo de un día de clases, y ya en casa se desahoga primero con su hámster y luego jugando a videojuegos. La última protagonista es una señora mayor que va a llegar tarde al médico porque el autobús no llega, así que decide ir andando hasta el hospital y una vez allí le dicen que habían cambiado el día de su cita, de modo que es imposible que controle su frustración.

Del cómic me ha sorprendido lo mucho que se puede transmitir con un estilo tan minimalista como el de la autora, complementado muy bien con el uso del color. Aunque no llegue a ahondar en el posible tratamiento para estas personas, me gusta que últimamente se esté tratando el tema de las enfermedades mentales desde los libros y cómics, es importante que se les dé visibilidad de cara a una mayor comprensión y aceptación social.