Esta segunda parte de la trilogía se centra en cómo afronta cada uno la pérdida, con las tensiones y los problemas que eso supone. A pesar de que hay más salseo y acción, me ha gustado menos que la primera, pues hay relaciones que se dan así sin más (yo quiero que se me cuente con detalle cómo se han forjado) y algunas cosas para mi gusto pasan muy deprisa. Si en la anterior Jake era de mis favoritos, ahora ya no lo es, esta vez no he entendido algunas de sus actitudes —el pobre necesita ayuda urgentemente—. de esta historia me quedo con Arabia y Zane, un dúo maravilloso. Veremos qué me depara la última parte de la trilogía, miedo me da qué más le pueda pasar a esta familia. |