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Los romances sáficos con protagonistas adultas es lo que necesitaba y no sabía que necesitaba. ¡He adorado este libro desde su principio hasta su final! Qué historia más chula y qué preciosidad de personajes, me siento en la necesidad de chillar que necesito el siguiente libro y el tercero que aún ni ha salido ni en inglés, y que espero también que salgan mucho las protas de este como secundarias muy relevantes. Adoro que haya tramas y subtramas para cada personaje, la historia de fondo de la boda de Astrid como la unión de todo lo demás y cómo, poquito a poco, se van desenvolviendo todos los temas sin dejar de lado ninguno de ellos ni tampoco dejar cabos sueltos. El ritmo no decae y todo se entremezcla de una manera deliciosa: el romance que se cuece no tan a fuego lento entre Claire y Delilah, los preparativos de la boda de Astrid, Claire y su hija y su exmarido, Delilah y su familia, como también todo el tema de su arte. No pensaba que fuese posible encuadrar tantísimos temas y darles a todos ellos la atención que necesitan, sin desviar demasiado al lector y manteniendo su concentración en todo lo que se va desenredando (o enredando, depende del momento). Si tuviera que quedarme con una de las subtramas sería la infancia de Delilah y su relación con Astrid. Me ha encogido el corazón y ver sus vidas como adultas, cómo sus distintas formas de vivir su adolescencia, lejos la una de la otra, una con una madre demasiado permisiva y la otra con la misma madre siempre encima. En la forma que estos sucesos les han definido sus personalidades adultas, sus relaciones con los demás, los miedos y traumas, los recuerdos en forma de pellizcos en el corazón. Ha sido una auténtica pasada ver todos estos pequeños detalles y conocer a los dos personajes en todas sus facetas, comprenderles hasta la médula y hacerlas un poquito más nuestras. La negación del romance entre estas dos pavas ha sido adorable, ese tirar y dejar, ese pensar que solo es sexo para verse envueltas en un tsunami de sentimientos a la mañana siguiente, al retortijón que seguía cada "esto es una relación informal". Prefiero la arrolladora personalidad de Delilah y porque su vida y sus problemas hacen más fácil conectar con ella, pero sin Claire todo lo demás se perdería. La de representación que tiene este libro pasando por que la mayoría de personajes son del colectivo, la primera vez que leo a una protagonista curly (sonará como una absurdez, pero todos los personajes tienen siempre el pelo perfecto, ¿dónde quedan las onduladas o rizadas que se despiertan con un nido por pelo? Adoro que se mencione la maraña de rizos que tiene Delilah y se trate con el amor que se trata), representación curvy de una manera super adecuada, no se destaca constantemente, no se menciona por dar bombo, tiene sus comentarios justos y su representación perfecta. Ha habido algunas partes que quizás se me han hecho un poco largas, pero en general lo he disfrutado muchísimo y quiero más |
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