Cuando Mama Lastima

¿Cómo se empieza la reseña de un libro que dolerá?

Al adentrarte en los relatos de Cuando mamá lastima será inevitable que no te identifiques con alguno de sus relatos, seas hombre o mujer, madre o hija, seguramente más de alguno llegará hasta lo más profundo de tu ser y te sacudirá eso que tienes tan resguardado en lo más profundo de tu corazón pero que está tan presente en tu día a día.

En nuestra cultura mexicana, al igual que en muchas otras, desde que llegamos a este mundo se nos enseña a venerar a nuestra madre, a adorarla sin importar lo que haga o diga pues esa mujer es la que te cedió un espacio de su ser para que pudieras estar en este mundo y le debes TODO.

A raíz de este pensamiento es que nacen los conflictos pues esa mujer, esa madre que debe de ser vista como santa, no es perfecta, es un ser humano igual que tú que lleva consigo sus propios traumas, sus conflictos no superados y aun con todo esto trata de criar a otro ser humano lo mejor posible. Pero, ¿Qué pasa cuando no es así?

A través de la pluma de Rayo Guzmán se le da voz a miles de hijos que fueron heridos por el comportamiento de su madre. Los relatos no sobrepasan las 6 páginas y en ellos se transmite la relación madre-hijo en todo su esplendor, abarcan todas las clases sociales y las dinámicas familiares más recurrentes, desde la madre adicta, la madre sobre protectora y por supuesto la madre ausente. Resulta asombroso cómo en tan solo 208 páginas se logre abarcar y lograr tanto y por si esto no fuera poco en su edición conmemorativa encontraremos que los relatos van acompañados de unas ilustraciones preciosas que fueron realizadas por Yuri Zatarain.

Si bien es cierto que nadie es perfecto, cuando se es pequeño no se es consciente de ello y se espera que el ser que te dio la vida te brinde el amor y la protección que tanto necesitas, lamentablemente en ocasiones no es así , esa relación de apego que se debería de generar de manera natural no se logra y por consiguiente se genera una herida tan profunda que inclusive puede llegar a modificar el comportamiento del niño que en su momento se convertirá en un adulto y que ese adulto muy probablemente va a replicar ese comportamiento que tanto lo daño.

Este libro no es la panacea en las relaciones madre-hijo pero si te hará ser más consciente de alguna situación con tu madre que te haya generado algún conflicto y que al no percibirla de manera clara por consiguiente no se ha superado, te muestra que mientras no perdones quedarás estancado en un sentimiento de insatisfacción o inclusive de infelicidad, que perdonar no es por el bien de tu madre, es por tu propio bien y que al perdonar le das paz a tu existencia.

Pero, ¿Y si no tengo conflicto con mi madre?

Si como hijo no te sientes identificado con algo de lo que aquí se relata, puede que te sientas identificada como madre o inclusive como padre porque muchas situaciones que se relatan pueden ser ejercidas por ambas figuras y casi me atrevería a apostar que todos nos podemos sentir identificados en algún momento, en mi caso sentí conexión con los relatos como hija y como madre y ambos me hicieron reflexionar y buscar la manera de modificar mi conducta por mi bien y por el bien de las personas que me rodean.

No te resistas a reconocer y sanar tu herida…
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