 |
Qué alegría haber descubierto a Guerriero. Las entrevistas que se recogen en 'Plano americano' desbordan el periodismo para supurar literatura: sus perfiles pueden leerse como cuentos, plagados de imágenes poéticas, detalles vívidos y anécdotas aparentemente triviales que resultan reveladoras. Leila, siempre elegante y casi siempre sutil, humaniza a sus entrevistados sin buscar su complacencia, documenta exhaustivamente sin aturdir al lector. Perfecto para incultos en literatura y artes latinoamericanas (como yo) en busca de un buen cuento antes de acostarse (como yo). "- Esa es la cosa más violenta que me ha pasado en la vida, saber que mi mujer se acostó con otro (...) Pero yo me cago de la risa cuando dicen '¿Tú no tienes dignidad?' ¿Dignidad? Yo como caca. La gente que habla de dignidad en el amor no tiene ni idea de lo que es querer a alguien. No sé cómo hay poetas que pueden decir que el amor es elegante. Por favor. El amor es un montón de pichí con un montón de huevadas”. Sentí y siento pasión entre sus páginas porque a mí también me gusta escribir, porque soy curiosa, porque me gusta mucho contar historias y entender las más incomprensibles cosas: entender por qué alguien mata, entender por qué alguien se come a su prójimo, entender por qué alguien tiene un talento tóxico y demencial. Y, finalmente, hacerlo inmortal para que alguien lo lea. “Y es que, yo creo que si se aprende a mirar y luego se aprende a ver, el verdulero es tan interesante como la princesa”. Y así voy aprendiendo a observar la vida, mientras el café calienta mis manos, mientras Alicante acoge versos y abrazos, mientras me haces fotos en ráfaga tras tu sonrisa o hacemos planes inmediatos. La vida… |
>
