Nada del otro mundo

Madre mía no me esperaba nada que me acabara gustando tanto, se ha convertido en uno de mis favoritos.

Empezando con la historia (que le hace muchos guiños al mito de Perséfone): es de aventuras, con aorendizaje y con muchas risas (porque te ríes). La verdad es que con el segundo encargo pensé que se volvería una sucesión aburrida de éstos, pero para nada. Y el giro argumentativo no me lo esperaba y eso me gustó mucho. Está ambientada en el mundo de los muertos, aunque la historia ocurre principalmente fuera de éste.

Los personajes son muy reales y están muy bien realizados. Octa, Aditi (y su inspiración india), Iván son los principales y todos tienen su distinta evolución como persona. Me encantó la amplia representación de cuerpos, con sus formas y singularidades, de todos los personajes. Es un gran punto a tener en cuenta la inclusión de todos sin darles demasiadas vueltas (me refiero, no gira todo en torno a que a Aditi, por ejemplo, le falte una mano, simplemente es así y su personaje se centra en su personalidad).

El romance me parecería mejor llevado si no se formara una especie de triángulo amoroso que pone una barrera entre las enamoradas :(. Podría haberse dejado claro de una forma más eficaz.
Las ilustraciones en blanco y negro no me resultaron nada liosas: son muy claras y limpias. Me encantó la mezcla de estilos, utilizando un estilo más aniñado (he estado buscando el término exacto, pero ni lo encuentro ni me acuerdo ahora :( ) para pequeños como "apartes" en la historia.

El final no lo terminé de entender (¿cómo hizo que creciera eso?) pero supongo que puedo imaginármelo hahshhs.

Por último, tiene un mensaje muy sabio sobre que las personas cambian, y podemos hacerlo con ellas o estancarnos.