La mercancía más preciosa

Una leñadora. Un leñador. Un hogar, hambre, un deseo materno. Una guerra, un bosque, un tren de mercancías que lo atraviesa.
Bebés gemelos judíos. Un campo de reclusión. Una deportación en tren. Dos días de viaje sin agua ni comida. Elegir uno, abandonar otro. Lo que es una pérdida para los padres, es para la leñadora un sueño cumplido. Una vida que cambia por completo gracias a otra vida inesperada. Esto da paso a la abnegación de una madre por una hija que no es carne de su carne. Grumberg muestra la evolución del pobre y rudo leñador hasta "amar la vida" y realizar el sacrificio más grande que alguien pueda hacer, porque la felicidad no permanece en la casa del pobre y la tragedia se cierne sobre ellos. Son dos historias paralelas (la pobre leñadora y el padre de los gemelos judíos) que no cesan de avanzar al mismo ritmo y converger, de superar contratiempos, de mostrar con intensidad la fuerza del amor. Un niño insufla energía para seguir viviendo, aunque sea entre ruinas, aunque sea entre su vivo recuerdo. Una fábula preciosa, emotiva, espléndida y breve como la Seda de Baricco, pero con el tema judío de telón de fondo, habitual en las obras de Grumberg.