Cuando la amistad me acompañó a casa

He de admitir que tengo una pequeña (diminuta, insignificante, nada serio) OBSESIÓN, NECESIDAD por las portadas en las que aparecen animales, da igual que sean domésticos o salvajes, lo necesito en mi estantería, así que reconozco que este libro esta mas por la portada que por la sinopsis, no por nada, es que leer sobre asesinatos e investigaciones policíacas me da mucho mal rollo.

La novela se lee tremendamente rápido. Prácticamente todo es diálogo porque está narrado en primera persona desde la perspectiva de Ben que, al ser un niño, no profundiza mucho en sus sentimientos o pensamientos, por lo que la narración escasea. A veces la escritura se me hacía un poco superficial. Sin embargo serán los propios personajes los que, mediante sus palabras, nos lo transmitan todo, no puedo decir nada mas o habría spoilers.

Como he dicho, este es un libro duro de leer. Trata muchos temas complicados: el acoso escolar, el maltrato familiar, la orfandad, la pobreza, la muerte, el cáncer, las enfermedades... aunque algunos, no con la importancia necesaria. En gran parte de la lectura tuve un nudo en la garganta que no conseguía deshacer, y con el final, por supuesto, llore.

Un inciso que me gustaría recalcar, es que por primera vez veo un libro que contenga el proyecto R.E.A.D algo que yo ya conocía (por mi pasión por los animales) pero tan desconocidos para mucha gente.

Leerle A un perro, es terapéutico, es algo maravilloso, él no te va a juzgar, no te va a corregir, te va a escuchar atentamente. Animaros a conocer el proyecto R.E.A.D (Reading Education Assistance Dogs)

Es una historia emotiva, desgarradora y hermosa, que te hace sonreír y llorar. Una historia que te invita a soñar, a ver lo importante que es dejar la mente volar. Una historia que cambiara tu percepción de vivir.